La ciudad italiana vuelve a posicionarse como capital clave del diseño masculino internacional en un contexto de transformaciones, con nuevas voces creativas, acuerdos institucionales y desafíos económicos.
Entre las novedades más destacadas figuran los esperados debuts de Fiorucci y Paul Smith, que presentarán por primera vez sus propuestas masculinas sobre la pasarela milanesa. Junto a ellos, marcas como Setchu y Qasimi también se suman al calendario oficial de la Camera Nazionale della Moda Italiana (CNMI), mientras que firmas emergentes como la india Outbreaklab o la caribeña Sgaboi lo harán en formato digital.
La agenda contará con regresos significativos, como el de Bally, que reaparece con una presentación, y con celebraciones especiales, como el 40º aniversario de Jacob Cohen. Por otro lado, la Fundación Sozzani se convertirá en una de las sedes más activas, acogiendo los desfiles de David Catalan, Miguel Vieira, Pronounce y Simon Cracker, además de la exposición “Agglomerati” y el espacio educativo Forma Aperta, donde se proyectará el filme “Il Digiuno”, creado a partir de material de archivo.
En esta edición, algunas ausencias han sido notables. Zegna, uno de los habituales, optará por un desfile especial en Dubái el 11 de junio. Prada y Armani, sin embargo, sí estarán presentes con sus líneas Emporio y Giorgio. Para Carlo Capasa, presidente de la CNMI, este tipo de ausencias responde a una combinación de factores, desde cambios de dirección creativa hasta la prudencia derivada de un año y medio de inestabilidad sectorial. «Algunas marcas han decidido concentrar esfuerzos en septiembre y apostar por formatos mixtos», comentó durante la presentación oficial.
La Triennale Milano ha sido el escenario elegido para presentar oficialmente esta edición, en el que ha sido el primer acto fruto de la nueva alianza entre la institución cultural y la CNMI. El acuerdo, que se formalizará en septiembre, prevé colaboraciones conjuntas en torno a diseño y moda, reforzando la narrativa interdisciplinar que caracteriza a ambas entidades. La Triennale se suma así a otros acuerdos vigentes con espacios como el Maxxi o el Palazzo Reale.
La campaña de comunicación de esta edición, rodada en el mercado de las flores de Milán, refuerza esa dimensión estética y simbólica, y se enmarca en la colaboración institucional con los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Milán Cortina 2026, otra gran cita internacional que colocará a Italia en el centro de atención global.
Desde el plano económico, las previsiones apuntan a una ligera contracción del sector para el primer semestre de 2025, con un descenso del 3,8 %. Aun así, los primeros meses del año han mostrado cierta resistencia, con un saldo comercial positivo de 4.200 millones de euros. “Estamos ante una tendencia inestable, marcada por altibajos derivados de la coyuntura geopolítica”, reconoció Capasa.
En paralelo, la agencia pública ICE ha intensificado su apoyo a la internacionalización del sector, facilitando la llegada a Italia de al menos un centenar de compradores estratégicos procedentes de Europa, América, Oriente Medio y Asia. Una acción clave para reforzar el posicionamiento global de la moda italiana en un contexto volátil.
