BCN Fashion. (BARCELONA FASHION PRESS®).- Dos semanas después de haber sido la sensasión de nuestra pasarela, Custo Barcelona ha presentado en la New York Fashion Week su colección Reborn para el próximo invierno 16/17, una propuesta que marca el hito de dos décadas desfilando en la NYFW: 40 desfiles, 20 años sobre la pasarela neoyorquina del que fue el primer diseñador español en subirse a ella.
Reborn establece un código renovado y marca el inicio de un nuevo ciclo de la firma para una nueva generación. El cambio se expresa en un giro hacia la sofisticación, una contención del ADN propio de Custo Barcelona que se mantiene en un tono más bajo. El amplio uso del negro, un color hasta el momento más bien ajeno a sus creaciones, es determinante en la expresión de este nuevo concepto.
La colección une contrastes llevados al límite que juegan con extremos opuestos. Sensualidad deportiva, largos maxi vs mini, juegos de transparencias en contraste con la opacidad, y alternancia de blanco y negro son las apuestas de la firma.
Las claves de la colección
En palabras del diseñador:
Reborn es una colección muy especial, de cambio que nos permite hablar con los hijos de nuestros consumidores. Es el cambio generacional. Mantenemos el ADN y se hace un giro hacia la moderación, hacia la contención. Ello se refleja en el color negro como hilo conductor de la colección.
Con Reborn, Custo Barcelona apuesta por la elegancia deportiva que se materializa para ellas en la mezcla de chaquetas bombers, sudaderas de patch con apliques de pasamanerías bordadas y puntillas de colores sobre formatos maxi y transparentes hasta los pies. Pichis, vestidos, mini faldas y abrigos de aire retro-futurista mezclados con jerséis con cuello perkins y camisas de grandes cuellos. Pantalones campana extra largos de tejidos jacquards lanosos o unión de puntillas de terciopelo bordadas que se mezclan con tops transparentes de lace y blusas románticas cargadas de volantes. Los tótems de apliques metálicos y bordados multicolor decoran abrigos, chaquetas, tops y mini bolsos que destacan por romper con todo convencionalismo.
Para los looks masculinos, se mezcla el estilo dandi con prendas deportivas, sudaderas oversize y bombers con pantalones pitillo, camisas sastre y prendas transparentes de lace.
La primera firma nacional que debutó en Nueva York
Custo Barcelona fue invitado a participar en la New York Fashion Week por primera vez en 1996 y durante muchos años, fue el único diseñador español desfilando en la plataforma neoyorquina. Su llegada a Nueva York se dio en un momento en el que triunfaba el minimalismo y el color y formas de Custo Barcelona rompieron moldes, e incluso el New York Times acuñó el término «customanía» para referirse al éxito de la firma en el país.
Para celebrar este aniversario, se reunieron en NY más de 600 personas entre prensa y amigos de la firma que no quisieron perderse esta presentación tan especial. Entre ellos se encontraban el actor Jordi Mollá, Risto Mejide, Diego Osorio, Fiona Ferrer y Vega Royo Vilanova.
El diseñador, para esta fecha tan especial, hizo declaraciones a los medios de comunicación que nos permiten ver un cambio en la tradicional forma de hacer las cosas en el seno de la firma. Una de ellas es que Custo Dalmau entiende que en el momento actual, el que los consumidores quieren comprar ya, resulta una contradicción que se presenten colecciones que no estarán disponibles hasta dentro de unos meses. Este hecho lleva necesariamente al repensamiento de las semanas de la moda tal y como se entienden a día de hoy.
Tras 20 años consecutivos desfilando en Nueva York Custo Dalmau hace una retrospectiva de su trayectoria y declara:
«Cuando empezamos en el año 96 en NY, invitados por los organizadores de la NYFW, la pasarela de NY era una plataforma emergente, y los dos los polos fuertes de poder en la moda estaban situados en Milán y París, al otro lado del atlántico, y NY era una pasarela emergente con 42 diseñadores americanos.
Nosotros fuimos los primeros extranjeros en desfilar, y hoy en día yo diría que es la pasarela que ha crecido más, mucho más que las de Europa, hay casi 200 desfiles. Es una pasarela que se rige más por el márqueting que por la creatividad en el producto, y para nosotros estos 20 años han sido de un balance muy positivo, 20 años en los que hemos podido proyectar a través de NY nuestro proyecto a nivel internacional y nos ha permitido experimentar en esta pasarela, para ir creciendo en nuestro proyecto creativo».