Uno de los desfiles más mediáticos de la última edición de la pasarela de Milán ha sido el de Versace que para la próxima temporada otoño-invierno ha presentado una colección titulada Los Clanes de Versace. En plena vorágine por el aniversario de la muerte de la casa y hermano de la diseñadora, Donatella se reivindica con una colección especial que viene a marcar un antes y un después en las propuestas de la firma italiana.
Esta colección se inspira en las mujeres que no tienen miedo de caminar por su cuenta, y hablar su discurso, sin olvidar que nacieron para ser audaces.
Unidas a través de la pasión y el deseo de traspasar todos los límites, los clanes de Versace se coronan como la verdadera realeza moderna. Atrevidas a decir lo que piensan y destacarse entre la multitud a través de su elección de estilo, ellos gobiernan su propia vida.
Donatella Versace:
Hoy nada se adquiere a través del nacimiento, sino que se gana a través de lo que se logra.
Los looks que son más elaborados y sofisticados presentan un choque de culturas que genera fricción y contraste entre el pasado y el presente: lo viejo y lo nuevo, la moda y la subcultura, las zapatillas de deporte y los tacones de aguja.
Para esta temporada la enseña pretende huir de lo obvio y reiterativo, presentando un nuevo aura de explosión que se constata en nuevos patrones, nuevas composiciones y diseños que dotan de mayor personalidad a la mujer.
La familia siempre es lo primero. Las mujeres de Versace se unen, alentando su causa en unidad. Las inserciones de flecos en bufandas en clave sport sirven de antesala casual para enamorados vestidos de gala y noche sin llegar a la alta costura. Los grupos de tartanes se mezclan de una manera aparentemente aleatoria, representando el choque de subculturas.
Las impresiones nombradas después de «la gran familia de Versace» rinden homenaje al parentesco. Una celebración del vínculo profundo entre cada miembro de esta familia real, donde reina la diversidad y la inclusividad.
