Cómo seducir al público millennial y seguir facturando es uno de los quebraderos de cabeza de las grandes firmas. La moda dúctil podría ser el título de una obra en la que se explicara el momento actual por el que pasa esta industria. La incertidumbre en los mercados, el binomio online – offline, las distintas generaciones que cohabitan en la sociedad etc, son algunos de los temas a tratar y que preocupan tanto a todas las firmas del sector. En esta obra Gucci ocuparía un capítulo especial, el de paradigma a seguir, ya que la firma italiana está pasando por un momento glorioso.
Y es que después de presentar sus resultados económicos el conglomerado de lujo Kering admite abiertamente que Gucci es la enseña del grupo que está tirando del carro al haber aumentado su facturación en todos los mercados en los que la firma tiene presencia.
El conglomerado de lujo Kering admite abiertamente que Gucci es la enseña del grupo que está tirando del carro al haber aumentado su facturación en todos los mercados en los que la firma tiene presencia.
Los diseños de Alessandro Michele se venden bien, gustan a todos los públicos y eso es precisamente lo que la firma llevaba buscando desde hace tiempo: salir del arcaísmo, llevar la moda a la calle, alimentar la nota de marca aspiracional y de deseo, sin olvidar la importancia de los precios y márgenes de rentabilidad. Y parece ser que Alessandro Michele ha dado con la fórmula perfecta.
Tras varios periplos por otras ciudades, Gucci regresa a Milán con más fuerza que nunca para presentar sus propuestas FW19. De la fama y logros cosechados en los últimos años podría decirse que el italiano lleva toda la vida encumbrado en el éxito, pero cabe recordar que es en 2015 cuando la firma le nombra como director creativo de todas las colecciones de Gucci y de la imagen global de la enseña. Pero parece que lleva aquí toda la vida, y la colección que acaba de presentar en Milán es muestra de eso, de que estamos ante un grande que ha devuelto a Gucci brillo y un aura de lujo reinventado y transgresor.
La teatralidad propia de sus colecciones adquiera más fuerza esta vez con una escenografía ideada para no dejar indiferente a nadie. Esta colección no rompe con las precedentes sino que es una continuidad de las mismas, es el relato de una nueva historia.
