Pocos espacios gastronómicos ofrecen en nuestra ciudad la posibilidad de adentrarse entre muros con 102 años de historia. En el caso de Casa Rafols se pone sobre la mesa la historia de una de las sagas familiares más prestantes de la Barcelona industrial de 1911, empoderada, entorno a una célebre ferretería que tras cerrar en el 2013 se ha transformado en un restaurante que ahora pone sobre la mesa, cocina de mercado con productos frescos seleccionados según criterios de proximidad.
Lo cierto es que este lugar fascinante ya tenía una historia con el buen comer. Durante los años 40 su sótano disponía de un salón privado y oculto, un restaurante clandestino. La esencia canalla de este concepto se rescata hoy conservando el subterráneo que en un futuro albergará una coctelería de autor bajo el son del jazz con música en vivo.
Casa Rafols está llamado a convertirse en el nuevo place to be para los foodistas de la ciudad gracias a sus espacios diferenciados y versátiles, la excelente ubicación y algo que todos tenemos en nuestra mente: pasarlo a lo grande entorno a una mesa a cualquier momento del día y de la semana. Comida, cena, copa after work, vermut o brunch. En Casa Rafols comer, beber y compartir se convierte en toda una experiencia gracias a las propuestas de una cocina mediterránea de temporada y tradicional.
Todas las preparaciones del chef son caseras: desde los platos con pescados ahumados y marinados, hasta el foie o los postres. Un detalle a destacar son sus gamas propias de conservas, aceites, vinos y sangrías cread@s con productores locales.
A la oferta gastronómica tradicional se suman otras propuestas donde se experimenta con nuevos sabores como el salmón maridado con gin tonic, las tostadas con mantequilla de eneldo o los tacos de solomillo con foie y bacon. El restaurante también cuenta con una fórmula de comida llamada «plato del día», plato que variará a diario según mercado. Los fines de semana se sirve el menú de brunch con smoothies y tostadas.
Y todo esto es tan sólo un 50% de su oferta. La carta dispone de otros suculentos platos y tapas como el ceviche de lubina y aguacate con chile verde o el pulpo a la parrilla con puré al pimentón de la Vera, sin olvidarnos de los vinos o cervezas como su tap-station de San Miguel, con 6 cervezas de barril sin pasteurizar, inspiradas en distintas ciudades del mundo
Aún queda mucho por conocer de la nueva Casa Rafols, ya que algunos espacios de la planta baja se abrirán al público en breve, por eso de que las buenas historias no se cuentan de golpe sino que se desvelan por fascículos. Estaremos atentos.