Maison Valentino plasma en su última colección presentada en la semana de la Alta Costura en París la elegancia de las mujeres armenias, la artesanía de Mongolia y savoir faire parisino, con unos diseños que podrían catalogarse de exóticos y exuberantes.
La colección de Pier Paolo Piccioli, era opulenta y preciosa. En su esencia es una oda a la individualidad, que realzaba la belleza y los valores de la diversidad entre los seres humanos. Cada aspecto del espectáculo era una entidad diferente con su propia historia, y la alternancia de ropa de día, ropa de noche y «ropa de ensueño» creaba un resultado alucinante y de auténtico deleite para los presentes.
Un fashion show por el que se pudo ver a Naomi Campbell de la mano de Edward Enninful, a Olivia Palermo o a Céline Dion.
Un fashion show por el que se pudo ver a Naomi Campbell de la mano de Edward Enninful, a Olivia Palermo o a Céline Dion, que en las últimas temporadas esta causando furor con sus estilismo. Analizando la colección es sublime el juego que hace Piccioli con materiales superpuestos, partiendo de un patrón simple como puede ser un vestido a modo de camisón, pero que sorprendente, con la combinación de tonos a priori incombinables pero al final perfectamente engamados.
Especial mención merecen las piezas de cabeza hechas con tachuelas de bronce , colgantes, con influencias armenias y chinas. El elemento folclórico era muy fuerte, aunque estaba bien conseguido, la colección en sí era un viaje: un viaje por los salones de la alta sociedad parisina con sus damas, un viaje por la artesanía y el folclore de regiones inhóspitas del planeta y ricas el el arte de la moda.