“Esta temporada hay seis sesiones en Londres Fashion Week abiertas al público.” Con esta frase la pasarela de Londres sienta un precedente en el mundo de las pasarelas al abrirse al gran público previo pago.
De esta forma #LFW se convierte en la primera gran pasarela del circuito internacional que incorpora a su calendario un programa de actividades y desfiles al que podrá acceder el público en general.
Cabe precisar que hasta la fecha, tal y como se concibe la industria de la moda y su escenificación a través de los desfiles, el acceder a un fashion show es un acto restringido a un número limitado de personas. Para ser precisos, a un número limitado de personalidades del sector, tradicionalmente personificadas en editores de moda, estilistas, periodistas, compradores, vips, amigos/clientes de la firma en cuestión, y más recientemente bloggers e influencers.
Con la iniciativa planteada por #LFW se abre el debate de la inclusividad y la democratización de los eventos de moda
La invitación o la acreditación son el pasaporte de acceso a un mundo que en ocasiones se tilda de exclusivo y excluyente, al vedar la posibilidad de que sujetos ajenos al sector puedan disfrutar de desfiles o presentaciones en torno a la moda.
Ahora el tiket de compra es título de acceso habilitante para los shows de Alexa Chung, House of Holland y Self Portrait. En esta edición de #LFW quien haga la compra podrá vivir un programa de experiencias entorno a estas firmas del Prêt-à-porter de lujo. Dicho programa incluye acceso al desfile de la firma, a conferencias, exposiciones y el obsequio del correspondiente pack de merchand de por 135 libras. A la experiencia se suma el acceso a la zona vip y sitio asegurado en el front row por 245 libras.
Con la iniciativa planteada por #LFW se abre el debate de la inclusividad y la democratización de los eventos de moda. El objetivo de la organización no es otro que ese, generar una comunidad entorno a la moda en donde el público general y final sea protagonista, prescriptor y en definitiva consumidor.