¿Qué tienen en común Annakiki, Bvlgari, Fila, Genny, Boss, Gucci, Versace o Angel Chen?
Lograr congregar a firmas tradicionales, hacer hueco a las foráneas y que se sientan como en casa, además de ser la plataforma de lanzamiento para nuevas promesas del diseño es algo difícil de conseguir, y parece ser que Milán sigue siendo la capital europea de la moda ya que consigue reunir en su semana de la moda a los actores del sector que ven en la ciudad una oportunidad de negocio, al final la moda es eso: ¡un negocio!
Milán apuesta por el negocio en su versión más tradicional consiguiendo el perfecto equilibrio entre grandes nombres con firmas de alta gama y de lujo que comparten escenario con diseñadores emergentes.
Se puede decir que la Camera Nazionale della Moda Italiana (CNMI), opera como el verdadero regulador de la moda, ya que este verano reunió a las principales casas de Milán para remodelar el calendario. Como resultado, esta edición se han presentado dos o tres grandes marcas por día, intercaladas con otras marcas emergentes o extranjeras, como Boss, Peter Pilotto y otras opciones venidas de África y China.
Esta edición no puedo ser más frenética. En total, se han presentado 170 colecciones, 57 desfiles oficiales y un sin fin off calendar. Para la temporada de primavera la organización ha contado también con un programa en el que se pudieron ver unas 110 presentaciones y 54 eventos especiales
Aperturas como Tod’s, Philipp Plein y MSGM, marcaron el calendario fashion en el que también se desarrollaron festivales y actos de relevancia como la exposición Time Capsule, sobre los 160 años de historia de Louis Vuitton, o la tercera edición de los Green Carpet Fashion Awards, quien cerró la Fashion Week homenajeando a influyentes personajes de la moda como Valentino Garavani e importantes enseñas del sector como Max Mara o Ermenegildo Zegna, ante la presencia de la crema y nata internacional de la moda.
Son de destacar estos premios, ya que los Green Carpet Fashion Awards, reflejan el compromiso de las casas de moda de lujo con la sostenibilidad, ya que trabajan para adoptar un cambio rápido mientras preservan el patrimonio y la autenticidad de los pequeños productores.