La crisis sanitaria provocada por el Covid 19 ha supuesto el cierre total de toda la actividad comercial del país, con el consiguiente perjuicio para sectores tan importantes en nuestra ciudad como es el turismo, la restauración, el ocio y el retail.
Por decreto gubernamental el comercio físico se ha suspendido en la ciudad, cerrando sus puertas los retailers más importantes del mercado. Ahora los mismos preparan sus espacios para dar la bienbenida a los clientes, con la sombra de pérdidas tocando a la caja y con un previsible encogimiento de su red de tiendas.
En los últimos años, Barcelona se ha convertido en el buque insignia para importantes marcas del sector moda tanto de lujo como de low cost. Motivadas por la internacionalización de la ciudad, han abierto en calles como Paseo de Gracia, Portal de Ángel, Pelayo o Rambla Cataluña. Desde el 13 de marzo las mismas están cerradas, sin ingresos y con el 90% de sus plantillas afectadas por los tan ahora populares ERTES.
Marcas internacionales low cost, de calidad premium y lujo han elegido en los últimos años a Barcelona para desembarcar en nuestro país. Tal es el caso de Uniqlo, Anthropologie, Isabel Marant o Fendi.
Zara, H&M, Desigual o Mango se encuentran en fase de apertura. En un principio, el 11 de mayo era el día de la puesta de largo post covid, pero dadas las características de sus respectivos comercios abrir supone un plus: son los líderes del sector y garantizar la seguridad del personal y sus clientes es una prioridad que entraña una importante inversión económica y de medios. El simple hecho de abrir ya supone una inversión y un reto en seguridad.
La cara visible de la nueva apertura son Zara y H&M .En ambos casos se establece la disponibilidad de gel alcohólico en la zona de caja, zonas comunes, entrada de la tienda para los clientes, almacenes internos a la tienda, externos y probadores. Y es que la normativa gubernamental exige una series de condiciones, cuyo cumplimiento pasa por garantizar el distanciamiento, la adopción de un sistema de limpieza efectivo, el control de aforo, el uso de mascarillas y guantes o la disposición de gel desinfectante.
En Desigual, además de medidas similares, se baraja la posibilidad de una vuelta escalonada de la plantilla en función de sus circunstancias personales y familiares. Mientras que desde Primark nos aseguran que “todo se hará según las medidas establecidas por el Gobierno y dependerá de la situación de las distintas Comunidades Autónomas”. Recordemos que la empresa tiene paralizada la apertura en Plaza Cataluña, una inversión millonaria que supone una gran apuesta de Primark en España. Palabras análogas nos transmiten desde las tiendas de lujo del Paseo de Gracia, ya que en su mayoría la dirección no está en España. En concreto la oferta de lujo ya está operativa, pero sin turistas el público local es al único que puede ayudar a subir la caja.
Litigiosidad por los locales y mutación digital, la clave de este escenario.
La situación ha puesto sobre la mesa potenciar aún más si cabe la tecnología en los puntos de venta a fin de implantar herramientas de control de aforo, y ofrecer servicios sin la intervención de personal.
Se estima además un encogimiento de la red física de tiendas, motivada por la previsible caída de tráfico e ingresos; hechos que traerán como consecuencia una alta litigiosidad por cuenta de los alquileres. Reajuste en los precios o cierre. Las expectativas de crecimiento dentro y fuera de los mercados nacionales, así como los márgenes de beneficio están a la baja, y las continuas ofertas por exceso de stock están sobre la mesa.
Solo en febrero, y antes del confinamiento, la moda online creció un 5,9%: el mejor dato en los últimos cuatro años.
Conscientes de esta situación, desde la abogacía barcelonesa, bajo el paraguas del Ilustre Colegio de Abogados, se ha abordado la cuestión en previsión del caos judicial y económico que se avecina. La normativa no es clara sobre las alternativas que se conceden a propietarios e inquilinos de locales, y si pensamos en autónomos o pymes (no sólo en las grandes marcas) el reajuste, o no de precios, puede arrasar con la economía de sus negocios y abocarlos al concurso de acreedores. La falta de acuerdo sobre el precio del alquiler puede alterar el desarrollo de la actividad y suponer el fin de la misma. Desde el Colegio apelan al acuerdo entre las partes, conservar los contratos, ajustarlos a la actual realidad para mantener así las relaciones jurídicas, laborales y económicas.
En medio de esta incertidumbre lo que sí está claro es que el canal digital tendrá más protagonismo en ventas. Así, durante el 2019 el ecommerce de moda, alcanzó hasta un 9,3% más, según datos de Kantar España. Según sus previsiones, esta cifra llegaría al 10% a lo largo del 2020. Previsiblemente la cifra será más alta, ya que antes del confinamiento el sector de la moda española creció un 5,9% en valor en febrero, respecto al mismo mes de 2019, el mejor resultado de los últimos cuatro años.