Emprender en tiempos del coronavirus parece tarea imposible pero donde hay crisis puede haber oportunidad. Este es el caso de La Comet, una nueva marca de moda con un marcado estilo mediterráneo que se fusiona con lo mejor del savoir faire escandinavo, y que inició su andadura en2018. La marca es noticia ya que en plena pandemia se encuentra en proceso de expansión y consolidación de su canal retail y tienda online.
En un momento en el que la moda está reinventando su modelo de negocio, nace este proyecto que dibuja una nueva forma de entender el sector, implementando desde sus inicios varios procesos que ahora se debaten y son el Caballo de Troya al que miran grandes retailers para adaptarse a las nuevas exigencias del mercado.
La idea de hacer moda de forma local, con una clara identidad de marca, apostar por la sostenibilidad, crear comunidad y servicio al consumidor son los procesos que los grandes deben de desarrollar, y en este caso son las claves del buen engagement que está teniendo La Comet.
En este escenario, mientras importantes grupos bajan la persiana, La Comet la sube. En plena pandemia la marca ha abierto dos establecimientos, uno en el barrio del Born y otro en una de las calles comerciales más importantes de Sant Cugat del Vallés, uno de los municipios con mayor renta per cápita de Cataluña. La Comet cuenta con tienda en Reus, y Badalona también tendrá uno de los espacios de la marca, que a su vez dispone de otros establecimientos operativos en el barrio de Gracia o Sants.
Las positivas perspectivas de futuro: cerrar el año con 1 millón de euros fracturados, y rebozar en breve los 3 millones.
Las cifras de La Comet arrojan buenos resultados, confirmando que la moda sigue siendo un negocio con visos de prosperar a futuro, teniendo en cuenta que todo empezó hace tres años en la conocida calle Verdi de Gracia. Carolina Agustín Cañadas, directora creativa y cofundadora de la marca, nos comenta que todo surgió como una prueba en un pequeño local de la citada calle, y poco a poco se fue creando una comunidad de clientas identificadas con sus diseños.
La marca ya desde sus inicios se posicionó en el nicho del slow fashion, con un precio medio de 35€, y por apostar por una producción Europea. Gracias a la comodidad y versatilidad de sus prendas, La Comet se ha convertido en una comunidad creadora de un estilo de vida. Esta idea se vive en en las tiendas físicas de la marca y tiene reflejos en la vida digital de la misma que se traduce en una alta fidelización en los canales online y un crecimiento escalonado de su ecommerce que opera internacionalmente.
De momento su cuota de mercado crece de forma orgánica y rentable. La proximidad con el cliente, la ubicación en arterias comerciales muy locales con tráfico nacional hacen que su actividad no esté tan afectada como ocurre con los grandes operadores de la moda en nuestra ciudad. Esto le ha dado a La Comet ventaja competitiva y seguir con sus planes de crecimiento.
En el plano de lo sostenible La Comet sólo fabrica 100.000 prendas al año, cada una de ellas viene acompañada de una Seed Label que manifiesta los valores sostenibles de la compañía. Sus etiquetas hechas de algodón y papel reciclado, incorporan semillas de Manzanilla en su interior que las clientas pueden plantar, con el objetivo de no malgastar recursos, reducir el impacto ambiental y hacer de este mundo un lugar mejor.