Este 2021 los desfiles se seguirán viendo a través de la pantalla. La situación de la pandemia que dio cierto respiro durante el verano, con algunos desfiles presenciales, no se vivirá este año como consecuencia del aumento de contagios por Covid en Europa.
Las dos pasarelas que marcan el inicio de la temporada optan por celebrarse vía telemática. Milán y París se vuelcan en la red y, a la espera de una mejor evolución en lo sanitario, esta será la tónica para todo el 2021.
En la agenda quedan por delante la pasarela de Londres con una Fashion Week mixta, las marcas presentarán de forma conjunta las colecciones de hombre y mujer de forma digital del 19 de febrero hasta el 23. En el caso de Nueva York se celebrará oficialmente del 14 al 18 de febrero y se espera que adopte en su mayor parte un formato digital.
#PFW, la moda sin desfiles: aciertos y errores en los Fashion Films Shows.
El Fashion Film Show es el formato elegido por los diseñadores para presentar sus colecciones. En el caso de París hasta 68 marcas han participado emitiendo contenido audiovisual que ni de lejos copa la expectación de un desfile presencial.
Con el auge del Fashion Film Show conviene reseñar que no hay que quedarse en lo meramente artístico y conceptual: el film debe ser también una herramienta comercial.
El criterio ha sido dispar. Encontramos producciones con el lenguaje propio de un documental y el fashion film(Agnés B, Jil Sander, Maison Mihara Yasuhiro, Andrea Crews Ludovic De Saint Sernin o Thom Browne), un spot publicitario (Isabel Marant, Hermès entre otros), o simplemente la retransmisión de procesos internos que no dan detalles de la colección. Este es el caso de Jw Anderson, el creador británico se limita a hablar ante la cámara sobre los diseños para su firma homónima presentando algunos bocetos. Para Loewe sigue la misma idea, pero respalda sus explicaciones con modelos reales. Un formato sin magia ni contenido aspiracional y que no enamora al consumidor final. Craso error.
Algunas como Paul Smith, Y/Project, Lemaire y Dior Homme optan por el desfile tradicional con modelos, cámaras y acción… Pero sin público. El hombre Dior de Kim Jones se ha inspirado en la extravagancia masculina. Con looks dignos de la alta costura, los diseños hacen un recorrido entre el ayer y la moda contemporánea. El ayer clásico de una gabardina, se versiona con el ahora contemporáneo en clave sporty. Esta colección sublima el arte como parte de la moda, ya que supone el inicio de una colaboración con el artista escocés Peter Doig.
Dior es el claro ejemplo de apuesta segura, al no tener un concepto hollywoodiense de producción audiovisual y se limita a cumplir con las expectativas de una buena escenografía y una puesta en escena potente.
En el otro extremo tenemos las producciones con una alta dosis de dirección artística que desde el lente de la crítica audiovisual presentan productos más elaborados que completan la historia. Aquí conviene reseñar que no hay que quedarse en lo meramente artístico y conceptual, el film debe ser una herramienta comercial: el mensaje se debe entender fácilmente y tiene que estar orientado a la venta.
El mejor ejemplo de producción audiovisual y acción comercial es el caso de Louis Vuitton que cuenta su particular historia en la que Virgil Abloh es diseñador, guionista y director de producción, a la par que presenta una colección completa fácil de apreciar y a la larga comprar.
Finalmente, en la plataforma digital de #PFW ha habido presencia de dos diseñadores españoles. Entre ellos está Alled-Martinez, en cuyo fashion film participa el influencer barcelonés Marc Forné; y la madrileña Oteyza, que hace acto de presencia junto a la modelo Laura Ponte.
