La semana de la Alta Costura en París se ha desarrollado bajo un formato híbrido. La moda en tiempos del Covid se presenta a través de fashion films, desfiles sin público, y sólo un selecto grupo de firmas exhiben sus colecciones con asistentes.
Así las cosas la semana deja como resultado 33 desfiles, de los cuales 8 son presenciales.
Tras la pandemia el segmento más elitista de la moda sigue dos vías inspiracionales en sus diseños: el minimalismo contemporáneo que reclama sencillez en cada prenda, y la opulencia como seña de liberación a un mundo de restricciones. En cualquiera de los casos, aquí la artesanía y la exclusividad no se conciben sólo para la moda, se conciben como un estilo que abarca todos los escenarios de la vida y el vivir.
La gran protagonista de esta edición es sin duda Balenciaga. La legendaria firma creada por Cristóbal Balenciaga en 1917 en San Sebastián pasa por un dulce resurgir.
Balenciaga es sin duda la gran casa parisina que tiene ese pedigrí de 100% haute couture ya que a diferencia de algunos coetáneos, como Christian Dior o Yves Saint Laurent, no diseño prêt-à-porter.
Bien es cierto que el escenario en el mundo de la moda ha cambiado. Desde que el mítico diseñador cerrará su taller hace 53 años, la firma no había vuelto a la Alta Costura; es verdad que la marca ha pasado por muchos momentos, buenos y malos, pero es sin duda la gran casa parisina que tiene ese pedigrí 100% haute couture, ya que a diferencia de algunos coetáneos como Christian Dior o Chanel, el maestro Balenciaga jamás dejó de confeccionar Alta Costura.
La vuelta de Balenciaga a la Alta Costura es una apuesta estratégica del Grupo Kering por rescatar el posicionamiento histórico de la firma. Balenciaga no es sólo la creadora de las Triple S, es una de las casas más legendarias de la moda: es historia de la moda, su arte ha sido objeto de estudio sociológico, ha sido un fenómeno de talento visionario y extraordinario: además forma parte de los grandes nombres del siglo pasado.
Con estos antecedentes proyectarla al futuro es la tarea principal del georgiano Demma Gvasalia. El artífice de Vetements ahora se estrena en el nicho más exclusivo de la moda para recuperar la tradición couture del sello con 104 años de historia.
El debut de Gvasalia estuvo apadrinado por toda la plana mayor del Grupo Kering bajo el liderazgo de la familia Pinault. Salma Hayek, Bella Hadid, Lewis Hamilton, Anna Wintour o Edward Enninful, entre otros, formaron el elenco de estrellas en el front row de un desfile que contó con un total de 120 invitados y se desarrolló en los mismos salones en el que Balenciaga presentaba sus colecciones.