La exitosa pintora colombiana afincada en Barcelona Juliana Plexxo, fue la elegida para exponer sus obras en el Studio Port Vell de Soho House.
El sello Soho House, uno de los clubs internacionales más importantes y prestigiosos del mundo, se embarca en esta nueva iniciativa para mostrar en la ciudad el talento de los jóvenes artistas que forman parte de su club privado.
Para la ocasión se organizó un after work que contó con la presencia de decenas de admiradores de la artista, que in situ mostró parte de su interesante portafolio artístico. La obra que se presentó en Barcelona contaba con grabados de gran personalidad que muestran una evolución hacia nuevas gamas y representaciones.
Todas ellas se pudieron ver también desde una app de Realidad Virtual que proporciona una experiencia inmersiva muy original. Durante la exposición Juliana llevó a cabo un gran mural de guiños picassianos con su imaginario habitual de ojos, bocas y otros perfiles en colores primarios muy emotivos.
Famosa por recuperar las técnicas de grabado merced a su relación con el legendario estudio de Joan Barbará y por sus grandes murales pintados en espacios emblemáticos de ciudades de todo el mundo, Juliana fue recientemente una de las estrellas del Misonny Art Festival, que reunió en septiembre a algunos de los mejores pintores de todo el mundo en una muestra al aire libre en L´Emporda.
Juliana expone y recibe numerosos encargos en Bogotá, Miami y Barcelona y ahora tiene una oferta para levantar un gran mural en Dubai.
Una visión contemporánea del arte que se inspira en raíces muy profundas.
Aficionada por los animales y arraigada a sus raíces indígenas, Juliana construye sus planchas de grabado y murales yuxtaponiendo tiempo, luz y color. Hija de periodistas Colombianos, Juliana crece en un entorno mediático. Por un lado, su padre director de la crónica taurina del periódico “El Espectador” en Colombia, la pasea por el mundo de los toros, recorriendo la llamada ̈Gira de las indias,̈ la gira de los toreros por América hasta 1997, cuando desafortunadamente su padre es asesinado. Así pues, Juliana crece al lado de su madre, quien la invita a conocer el mundo a través de múltiples viajes por América latina, donde conoce a fondo la cultura en Ecuador, tras vivir 5 años allí.
El trabajo de Juliana, gira en torno a cuatro ejes principales: El primero, el mundo de los animales salvajes ligado al ambiente taurino en el cual nació pero del que poco recuerda. Más que la fascinante mirada de los toros quienes ansiosos negociaban entre la vida y la muerte. El segundo, el indigenismo, aquella corriente antropológica desde donde ella cuestiona los prejuicios hacia estos pueblos originarios y vela por su reivindicación social como en su tiempo lo hizo el artista Oswaldo Guayasamin. El tercero, los colores primarios, opacos y fuertes, desde los cuales crea sensaciones, dimensiones, luz y espacios cubistas. Y el cuarto, la técnica del grabado, en el cual se especializa en procedimientos con aguafuerte, punta seca y collage para reconceptualizar su historia y características propias. Juliana a partir de la creación de piezas únicas, cuestiona esta técnica comúnmente asociada a la reproducción masiva tras reinventar procesos y resultados.
Estos cuatro pilares conviven de forma simultánea en su trabajo, el cual hoy en día se construye en el taller de Joan Barbará en Barcelona, taller en donde décadas atrás trabajaron artistas como Salvador Dalí, Joan Miró y Antoni Tapies entre otros.