W Barcelona presenta su nueva propuesta gastronómica para este invierno de la mano de su restaurante insignia, Fire, donde el fuego, elemento principal de su cocina, contrasta con el frío de esta estación y nos deleita con una nueva versión de sus creaciones locales, orgánicas y de temporada.
Con la intención de proporcionar a los huéspedes y visitantes nuevas experiencias gastronómicas, W Barcelona instauró en el ADN de Fire una filosofía gastronómica estacional, con cuatro cambios de carta anuales donde su propuesta se reinventa a través de nuevos sabores.
Cuatro experiencias culinarias diferentes al más puro estilo W en las que destacan sabores de temporada, propios de la ciudad, con un común denominador: la brasa.
Entre las nuevas apuestas de la carta, Fire ofrece propuestas como su carrillera con parmentier de chirivía y pera de Lleida, chalota confit y salsa de garnacha o su lenguado asado al carbón, setas silvestres con patata de Prades y salsa Pil.
También podemos disfrutar de platos ya consolidados por los amantes de sus brasas como su coliflor asada al carbón, crumble de almendras y salsa curry o su magret de pato con puré de boniato, chutney de amarena y salsa de clementina.
Esta temporada, Fire apuesta por platos de verduras orgánicas, totalmente biológicas y de proximidad, que ofrecen sabores muy potentes como el apionabo con chips de Topinambur, caviar de trufa negra y brioche o su remolacha con radicchio, patata local de Girona, orejones y vinagreta de avellanas.
Para los que quieren seguir disfrutando de unos entrantes excelentes, Fire pone a su disposición otras elaboraciones originales de sus parrillas como el centollo con pomelo, limón quemado y chips de patata violeta o su puerro con romesco casero de nueces y pistacho, un clásico dentro de su carta.
La carta se completa con una nueva oferta vinícola de la mano de su nueva sommelier, con referencias locales y nacionales que maridan a la perfección con cualquier sugerencia del chef.