La semana de la moda masculina de París siempre ha estado vinculada al lujo y la opulencia. Fieles a su legado, las firmas que participan en el calendario de desfiles aprovechan la ocasión para enseñarnos sus prendas y su idiosincrasia a partir del patrimonio histórico, cultural y artístico de la nación.
En el caso de Givenchy, la enseña se reviste del poder del pasado, y nos presenta una colección que bebe del legado histórico de la casa y de Francia, pero que se rinde a las tendencias de las generaciones del siglo XXI.
Poder, fuerza, elegancia, son las notas del pasado que unidas a la disrupción, la flexibilidad, el espíritu fresco y joven de las generaciones actuales, suponen una recontextualización de los arquetipos de la moda masculina bajo el lente de Matthew M Williams.
Las prendas se conciben con elegancia como expresión de la individualidad. El sartorialismo es sinónimo de inconformismo. Y prendas varias como jerseys, camisas, abrigos y trenchs tienen un aire de sofisticación como idea del espíritu libre de las generaciones actuales.