Cero uso de plásticos, diseños atemporales, control del stock y producción regulada. BELAMER nació con la misión de revertir el impacto que ha tenido la industria de la moda, y poder mostrar que una prenda puede estar bien diseñada y confeccionada sin dañar al medio ambiente. Hoy, prestando atención a los detalles de las prendas, dotándolas de sofisticación y creándolas bajo la ética y la sostenibilidad, BELAMER ha conseguido consolidarse dentro del sector de las prendas swimwear.
La marca, se centra en crear diseños atemporales, con formas que esculpan la figura y con una paleta cromática de lo más amplia. Manteniendo la sencillez, la sensualidad y la viabilidad ambiental por bandera, BELAMER ha creado ahora nuevas siluetas para adaptarse a las singularidades de cada cuerpo.
Su cuarta colección rinde homenaje al poder transformador del océano y la naturaleza salvaje y nos invita a convertirnos en nuestras propias musas. Inspirados en la forma femenina y la belleza natural, sus prendas irradian elegancia y buscan el equilibrio entre lo crudo y lo suave, lo sutil y lo exquisito, lo atrevido y lo elegante, y lo sencillo con lo sofisticado.
Rechazando el uso del plástico en toda su cadena de suministro, BELAMER emplea materiales reciclados y biodegradables. Trabajando únicamente con proveedores certificados y locales, todas sus piezas se fabrican en un taller dirigido por mujeres.
Cada uno de los tejidos de BELAMER cuenta con el certificado STANDARD 100 de OEKO-TEX®, lo que garantiza que sus productos no contienen sustancias nocivas para la salud ni para el ecosistema. La moda sostenible es la piedra angular de BELAMER, y la reparación en lugar de desechar es una de sus claves. Por eso, la firma ha desarrollado un servicio de reparación de piezas de baño, extendiendo así su vida útil y fomentando un consumo consciente.
Pero su compromiso no termina ahí. Con pequeños stocks y la posibilidad de reponer bajo demanda, BELAMER evita la generación de residuos innecesarios. Además, los pedidos se envían en cajas de cartón 100% reciclables, al igual que sus etiquetas, mientras que los protectores higiénicos son fabricados con materiales compostables y biodegradables.