El desfile de Alta Costura N 25 de Giambattista Valli giraba en torno a «la modernidad de los clásicos» y el arte atemporal del Atelier de moda.
En esta colección la elegancia se expresa a través de diseños marcadamente femeninos y que huyen de las estridencias y las exageraciones. Feminidad, contención, cortes finos y tonos vivos o pasteles, son las notas con las que Giambattista Valli quiere unir lo mejor de su esencia italiana con el savoir faire francés.
Para el diseñador, su visión del lujo es la excelencia. Asimismo, considera que el mayor privilegio de la actualidad es la privacidad, y por ello su colección parte de conceptos clásicos, tradicionales y altamente artesanales con una idea purista de la alta costura.
El desfile se realizó en el nuevo HQ de la firma en París, un palacio en el privilegiado Boulevard des Capucines. En la colección cada diseño se concibe de forma única, de forma excepcional teniendo en cuenta los más altos estándares de diseño y confección.