Una oda contemporánea de las diosas griegas y romanas de la antigüedad. La directora artística de Dior, Maria Grazia Chiuri, presentó una colección de alta costura donde el vestido se funde con el cuerpo.
En esta entrega los diseños se nutren del talento de la artista Marta Roberti, que transforma la pasarela en una galería de arte.
El resultado son piezas de un refinamiento único, donde la toga romana clásica a la que se hace referencia en varias formas en toda la colección, fue protagonista con paleta de tonos claros de blanco, beige, plata y oro pálido.
El simbolismo también se expresa en detalles, como las perlas, una evocación de la pureza, que adornan numerosos bordados, entrelazados con hilos de plata. La lana y el cachemir ocupan un lugar clave en el juego de texturas.