lunes, noviembre 25, 2024
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    London Fashion Week: Burberry sigue elevando sus clásicos, a prendas icónicas dentro del armario británico

    Burberry reafirmó su compromiso con la sostenibilidad y la evolución de su estética. El desfile de este año fue una fusión sorprendente de moda y activismo, donde la marca británica demostró su capacidad de reinventarse y mantener su relevancia en la industria de la moda.

    Bajo la dirección creativa de Daniel Lee, Burberry se reinventó una vez más, consolidando su estatus como una de las principales casas de moda del mundo. Lee, quien presentó su segunda colección para la marca, se propuso hacer una declaración ante la élite creativa de Londres.

    Celebridades como Skepta, Gabrielle Union, Damon Albarn y otros notables asistentes fueron testigos de una colección que exploró la ligereza, la sensualidad, la belleza y la elegancia, todo ello bajo la premisa de la herencia británica.

    © Burberry.

    Los icónicos elementos de Burberry, en particular la gabardina, se reinterpretaron de manera audaz. Esta prenda emblemática se presentó en tallas grandes, cuadradas y, en ocasiones, transformadas en vestidos, demostrando que la elegancia británica puede abrazar la innovación. La atención se centró en los hombros, resaltados por charreteras y líneas de corte triangulares, así como cortes de cadera caída gracias a pantalones y cinturones de talle bajo. A pesar de los cambios, la esencia de Burberry permaneció intacta, y su enfoque en la practicidad y la versatilidad se hizo evidente.

    También tubieron  mucha presencia el color azul almirante, del qual se ha dicho que en la próxima temporada será el nuevo negro, los cuadros escoceses y las chaquetas militares, además de las prendas asimétricas.

    © Burberry

    El desfile se llevó a cabo en un entorno al aire libre en Highbury Fields, rodeado de paisaje verde. La colección impresionó con su uso de estampados inspirados en joyería y herrajes, que añadieron un toque de elegancia burguesa a las prendas. Motivos de flores y frutas británicas adornaron vestidos y conjuntos, creando un contraste táctil con las prendas más sobrias.

    Los accesorios también tuvieron su momento en el escenario, con una gama de zapatos que incluían destalonados de tacón grueso y sandalias abiertas, así como bolsos bandolera diseñados por el propio Daniel Lee. El diseñador británico mostró su habilidad en la creación de accesorios, un área en la que Burberry había flaqueado en el pasado.

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