Barcelona tiene el placer de acoger a partir del 19 de octubre una escultura del artista internacional Jordi Díez. Sus obras están repartidas por museos, templos y espacios públicos de todo el mundo, como París, Lyon, Madrid y Barcelona.
La escultura recibe el nombre de «El Saltador» y pretende rendir homenaje a la capital catalana. La obra se ubica frente a la Torre Urquinaona, lanzando un mensaje de tolerancia en Plaza Urquinaona, uno de los lugares más convulsos de la ciudad.
«El Saltador» representa a un saltador de trampolín justo en el momento de caer al agua. Está situada estratégicamente para crear el efecto de haber saltado desde la torre sumergiéndose en una superficie de acero que simboliza el mapa de Barcelona.
El autor afirma que se inspiró en el saltador de trampolín británico Tom Daley, activista de los derechos LGTBIQ+. La estructura mide unos 3 metros de altura y está compuesta por acero inoxidable Aisi 316L, también conocido con acero marítimo.
La obra pretende ser la aportación del The 19th Hole, un espacio polivalente de reuniones y eventos situado en la Torre Urquinaona, de la dignificación de este espacio público. Jordi Díez defiende que la escultura, una vez inaugurada, se pone a disposición de la ciudad y su vitalidad dependerá de todos los ciudadanos.