Simon Cracker aborda la moda desde un punto de vista divergente, individual y alejado de los estereotipos. La marca es partidaria de devolver a la ropa un valor que no se relacione únicamente con su precio sino más bien con las historias que cuenta. Desde sus inicios en 2010, Simon Cracker apuesta por el upcycling en sus colecciones, no solo como una elección de estética, sino también de ética.
Esta última colección de Simon Cracker está inspirada en el libro “Sueño profundo” de Banana Yoshimoto, quien concibe el sueño como una poderosa forma de protección y autocuidado. Este concepto da forma a cada una de las piezas de la colección y define su nombre como un momento mágico justo antes de quedarte dormido, donde todo se vuelve borroso, los colores se desvanecen y las líneas de desenfocan.
Esta línea conceptual se traduce en prendas desteñidas, ya ensambladas y una paleta de colores descoloridos. La ropa se muestra con un efecto polvoriento o mojado, creado a partir de lentejuelas opacas, pinturas plateadas, telas de fieltro y sábanas viejas, apostando por la sastrería masculina tradicional, parte importante del ADN de la marca.