En el negocio de la moda, la aspiracionalidad de lo inalcanzable es un ingrediente esencial. En el ámbito del lujo, donde el éxito está ligado a lo extraordinario, no sorprende que la fortuna más grande esté en manos del presidente del Grupo Louis Vuitton, que engloba marcas como Dior, Fendi, Celine y Loewe.
Para emocionar y desarrollar este factor aspiracional, la Barcelona Bridal Fashion Week dirige su mirada al cielo en busca de las estrellas más brillantes del sector. El objetivo es atraer a Barcelona a las firmas líderes en la confección para novias, que representan lo más alto de la artesanía y el lujo.
Uno de los pilares del lujo y la moda nicho, la moda para novias entra en esta categoría, es tener una tradición arraigada en técnicas artesanales de confección, contar con marcas reconocidas, mantener una sólida estructura económica y controlar los canales de distribución. Si estos elementos están en su lugar, el siguiente paso es elevar el producto a su máxima expresión, otorgarle visibilidad y autenticidad con valor añadido, convirtiéndolo en algo verdaderamente aspiracional.
Barcelona cuenta con una rica tradición en moda nupcial. Tiene un patrimonio sólido, un entorno empresarial competitivo, hay liderazgo dentro y fuera de nuestras fronteras y ahora, además, atrae a celebridades de prestigio internacional. El desfile de Giambattista Valli ha sido la ensoñación: si la Alta Costura viene a Barcelona para vender, es que el negocio funciona. Y además los desfiles se han caracterizado por elevar sus diseños, la pasarela es un hub en el que las firmas presentan bajo las notas de artesanía, tradición, innovación, teatralidad, lujo y sostenibilidad.
Ser influyente en un mundo donde todos aspiran a ser influencers no es tarea fácil. Sin embargo, la combinación de una visión empresarial sólida con una propuesta de valor única es lo que construye el camino hacia el liderazgo hegemónico actual y futuro. Este proceso se inició hace años en el ámbito nupcial, cuando la Barcelona Bridal Fashion Week introdujo por primera vez diseñadores internacionales, fortaleció el calendario de desfiles y supo concentrar en un mismo espacio a los mejores compradores.
Ahora, en el 2024 en su edición cuyo lema es «NOW», estamos viendo los frutos de esa visión que se inicio hace años y que ahora convierte al salón en el referente. La BBFW, organizada por Fira de Barcelona con el apoyo del Departament d’Empresa i Treball de la Generalitat de Catalunya, ha reunido en esta edición a más de 400 marcas, el 80% de las cuales son internacionales, y ha atraído a cerca de 23.000 visitantes, un aumento del 7% con respecto a 2023.
Entre los visitantes destacados se encuentran compradores estratégicos invitados por la organización, el 81% de los cuales son internacionales y se distinguen por su alta calidad. Representan tiendas multimarca y distribuidores líderes, principalmente de mercados clave como Europa, EE.UU., Japón, Corea del Sur, Latinoamérica, el Sureste Asiático y, como novedad en esta edición, también de Australia. El porcentaje de visitantes internacionales en la BBFW ha aumentado este año, superando el 76% constatando la buena excepcionalidad de su propuesta.