jueves, noviembre 21, 2024
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    Daniel Roseberry rinde homenaje a la reinvención y al legado de Elsa Schiaparelli con su última colección Haute Couture 

    La Maison Schiaparelli supera todas las expectativas una vez más con su nueva colección de Alta Costura para la temporada Otoño-Invierno 2024/25. Titulada "THE PHOENIX" los diseños se inspiraran en la icónica diseñadora Elsa Schiaparelli: esta colección celebra su incesante capacidad de reinventarse y redefinir la moda.

    Suntuosidad y teatralidad precedieron este desfile que se ha convertido en los must de la temporada y en el más viral. Cada pieza de la colección destaca por su silueta y técnica impecable, revelando un viaje desde el boceto inicial hasta el exquisito tejido final. 

    Vestidos, bustiers, zapatos y otros detalles meticulosamente elaborados capturan la esencia del arte de Schiaparelli, evocando emociones controladas y profundizando en el misterio que envuelve cada diseño. El universo de Maison Schiaparelli continúa expandiéndose, reforzando su posición única en el mundo de la Alta Costura. Según se ha mencionado, «La gente no compra Schiaparelli, lo colecciona», un testimonio de la devoción que inspira esta casa de moda. 

    La colección es una expresión artística libre sin las restricciones del marketing. Se concibe como un tributo a la relación íntima entre el diseñador y sus clientes, empoderando a las mujeres a renacer una y otra vez.

    Para marzo de 1932, la reputación de Elsa Schiaparelli ya estaba consolidada: una empresaria camaleónica, desdibujaba las líneas entre la moda y el arte, y entre la vida y el arte. Un glorioso enigma, era (dependiendo de a quién se le preguntara) elusiva o escandalosa, impactante por su libertad, su falta de inhibición y su aparente incapacidad de preocuparse por las convenciones. Como dijo su amigo cercano Salvador Dalí, «Nadie sabe cómo pronunciar Schiaparelli, pero todos saben lo que significa.»

    Nueve años después, para la gala de inauguración del restaurante Ambassadeurs en París, Schiaparelli lució un vestido pintado por Dunand, con un estola de plumas de gallo elegantemente envuelta alrededor de sus hombros. Fue un homenaje a la gran bailarina Anna Pavlova, que había fallecido ese mismo año, y con quien, por su cabello corto y negro y sus rasgos afilados, Schiaparelli a menudo era confundida.

    Pero si Pavlova siempre fue asociada con su icónica interpretación en “El Cisne Moribundo”, entonces Schiaparelli era una fénix, una criatura mágica cuyo poder residía en su incesante capacidad de reinventarse, no solo a sí misma, sino también a la moda.

    El contexto de esta colección, que honra el don singular de Elsa para renacer, es solo superado por su forma. Cada pieza es clara en su silueta y en su técnica: se puede ver el origen de cada look, cómo cada uno pasó del boceto al estudio y finalmente al tejido. Además, cada look aquí está diseñado para provocar algún tipo de emoción. 

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