Elie Saab ha eclipsado una vez más con su colección de alta costura para el otoño/invierno 2024-25. Famoso por sus diseños flagrantes y femeninos que combinan siluetas occidentales con adornos de Oriente Medio, Saab ha llevado esta vez su arte a nuevos territorios, explorando fantasías etéreas y motivos místicos.
La colección destacó por el uso de tejidos lujosos como terciopelo aplastado, malla y encaje, en una paleta de colores que abarca desde el rojo vino hasta el negro profundo. Los corsés adornados con telas de araña de lentejuelas, los escotes altos y las capas que caen en cascada evocaron un eterealismo casi sobrenatural.
Las capas, los accesorios florecientes y los abrigos largos hasta el suelo dominaron la pasarela, siguiendo las tendencias de la semana de la alta costura que favorecen el uso exagerado de prendas exteriores y el layering vanguardista. La colección también celebró la feminidad opulenta a través de chaquetas de plumas de avestruz, escotes de corazón elegantes y delicados guantes de ópera.
Saab no escatimó en glamour, incorporando faldas de flecos brillantes, cuentas colgantes y mallas cascadas en sus diseños. Los corpiños incrustados de joyas, las siluetas esculpidas y las colas fluidas elevaron los looks de un drama victoriano a una fantasía increíblemente femenina. La unión de joyas y flores creó una gama de estampados deslumbrantes y sorprendentes.
El desfile concluyó con un espectacular vestido de novia. Elie Saab apostó por un diseño de encaje y lentejuelas con una larga cola. Este vestido de cuento de hadas, un marcado contraste con los dramáticos vestidos anteriores, simboliza un sentido de maravilla y un anhelo de escapismo, un tema central en los looks de esta temporada.