En la tercera planta del Hotel Barcelona Princess, en la Avenida Diagonal 1, el Restaurante Dagma despliega una propuesta gastronómica que rinde homenaje a la cocina mediterránea desde una perspectiva innovadora y cosmopolita. Bajo la dirección de los chefs Pedro Montolio y David Bourg, la tradición local se reinterpreta con audacia creativa, integrando influencias de culturas culinarias internacionales y aprovechando al máximo los productos de proximidad y temporada.
Cada plato en Dagma es una experiencia sensorial, donde texturas y sabores se entrelazan con delicadeza para satisfacer incluso a los paladares más exigentes. La carta de vinos, diseñada por el equipo liderado por el sumiller Miquel Molina, incluye más de 50 referencias cuidadosamente seleccionadas, destacando vinos ecológicos y de proximidad. Esta curaduría exquisita asegura un maridaje perfecto que realza cada bocado.
En Dagma, tradición, creatividad y sostenibilidad convergen para ofrecer una experiencia única en el corazón de Diagonal Mar.
El restaurante es un destino culinario en Barcelona por si sólo, y además, es un espacio diseñado para cautivar. Con una estética moderna y atemporal, Dagma combina materiales como madera, cristal, hormigón y metal, armonizados en tonos azulados que crean una atmósfera cálida y elegante. La experiencia se amplía en La Terraza Dagma, un rincón exterior junto a la piscina donde los comensales pueden disfrutar de una carta más desenfadada de tapas y platillos, complementada con una cuidada selección de cócteles.
La propuesta gastronómica de esta temporada es una oda al producto de temporada y a la innovación culinaria. Los chefs han diseñado un menú que rescata clásicos mediterráneos, dándoles un giro contemporáneo y atrevido.
Entre los entrantes destacan la crema de calabaza con sardina ahumada y praliné de calabaza, el brioche planchado con queso de cabra y setas liofilizadas, o el intrigante pie de cerdo con carabineros pericos, berenjena ahumada y chili crab. También sorprenden opciones como la velouté de coliflor con huevo a baja temperatura y panceta ibérica o los calamares a la andaluza con mayonesa Nikkei.
En los principales, los pescados brillan con propuestas como el suquet de San Pedro con percebes, berenjena y jengibre o el curri verde picante de mero con berberechos y huevas de salmón. Las carnes son igualmente memorables, con platos como el jarret de ciervo guisado con parmentier de patata y setas o la silla de cordero lacada con mollejas y papillote de higos.
El broche dulce lo ponen creaciones como la coca de llardons con helado de piñones, o la delicada combinación de piña, regaliz, melocotón y yogurt griego.
Es un destino imprescindible para quienes buscan una conexión auténtica con la cocina mediterránea, reinventada para sorprender y deleitar.
Para quienes deseen explorar lo mejor de Dagma, el menú degustación es la opción ideal. Incluye seis platos en versión reducida, maridados con seis vinos seleccionados por Miquel Molina. Entre ellos se encuentra el singular Gris, un vino blanco de tono anaranjado elaborado a partir de la garnacha gris, una rareza con apenas 900 botellas anuales. Este menú ofrece una inmersión completa en el universo creativo de Dagma, mostrando la maestría culinaria de Montolio y Bourg en su máxima expresión.
Dagma no solo es sinónimo de excelencia culinaria, sino también de responsabilidad ambiental. Como parte de los esfuerzos de sostenibilidad del Hotel Barcelona Princess, el restaurante ha adoptado el upcycling como parte de su operativa. Este enfoque creativo transforma los residuos en objetos funcionales, como platos o posavasos, que se reutilizan en el restaurante, reduciendo el impacto ambiental sin comprometer la estética ni la funcionalidad.