El pasado jueves, 14 de noviembre, el Gran Teatre del Liceu de Barcelona se transformó en el epicentro del talento audiovisual y radiofónico con la esperada entrega de los Premios Ondas. La 71ª edición de este prestigioso galardón, un verdadero icono de la excelencia en radio, televisión y publicidad, estuvo marcada por la celebración de un siglo de historia radiofónica en España, en el mismo día que se cumplían 100 años de la fundación de Radio Barcelona, la emisora pionera que dio origen a la Cadena SER.
La noche comenzó a las 20:00 horas, bajo la dirección de Jordi Rosell y con la impecable conducción de José Luis Sastre y Miguel Maldonado, quienes lograron combinar humor, emoción y ritmo en un evento que, como es tradición, brilló por su elegancia y significado.
Entre las actuaciones más aclamadas, destacaron Los Chichos y Estopa, quienes compartieron el galardón a la trayectoria en la categoría Nacional de Música. Sus interpretaciones arrancaron aplausos interminables de un público entregado, creando momentos inolvidables en el emblemático escenario del Liceu. La Orquestra Filharmonia del Conservatori de Música Isaac Albéniz de la Diputació de Girona añadió un toque de solemnidad y majestuosidad a la velada.
El desfile de premiados fue una auténtica constelación de talento: desde figuras como David Broncano, Javier Calvo y Javier Ambrossi, hasta iconos como Àngels Barceló, Carmen Machi y Macarena García. Cada uno de ellos, con palabras sinceras y emotivas, subrayó la importancia de su profesión y su conexión con el público. El homenaje a la radio, en su centenario, fue particularmente emotivo, con representantes de las principales emisoras recogiendo el galardón por su labor en la cobertura de las devastadoras consecuencias de la DANA. Un reconocimiento que resonó como un tributo colectivo al poder informativo y social de este medio.
Con más de 500 candidaturas provenientes de 15 países, los Premios Ondas de este año demostraron, una vez más, su alcance global y su compromiso con destacar lo mejor de la comunicación y el entretenimiento. La gala culminó entre aplausos, abrazos y la sensación de haber sido parte de un momento histórico. Barcelona, cuna de la primera emisora oficial, se consolidó una vez más como un punto de encuentro para el talento y la innovación.