Bad Bunny lo ha vuelto a hacer. El artista más influyente de la música latina se une a Calvin Klein. Con una campaña de ropa interior que ya está dando de qué hablar en redes sociales, Benito se convierte en el primer cantante puertorriqueño en protagonizar una campaña para la icónica firma estadounidense, reafirmando su impacto en la música, y también en la industria de la moda.
Las imágenes de la campaña, capturadas por el prestigioso fotógrafo Mario Sorrenti, muestran al intérprete de Debí Tirar Más Fotos modelando los nuevos Icon Cotton Stretch Boxer Briefs, una colección que introduce la innovadora pretina Infinity Bond, diseñada para brindar un ajuste sin costuras.
Con su característico magnetismo, Bad Bunny desafía los límites entre la moda y la cultura pop, consolidándose como el rostro de una generación que celebra la autenticidad y el atrevimiento.
Un fenómeno global que trasciende la música
El impacto de Bad Bunny en la industria del entretenimiento es innegable. Desde que irrumpió en la escena musical, ha reeditado las reglas del juego, rompiendo estereotipos y ampliando las fronteras del reggaetón y la música urbana.
Su colaboración con Calvin Klein va más allá de la estrategia de marketing; es una declaración de poder y estilo, un reconocimiento a su influencia cultural y su capacidad de conectar con audiencias de todo el mundo.
Calvin Klein y la apuesta por la irreverencia
Calvin Klein ha sido, desde sus inicios, una marca sinónimo de provocación. Desde las campañas de los años 90 con Kate Moss y Mark Wahlberg hasta colaboraciones recientes con figuras como Kendall Jenner y Jeremy Allen White, la firma ha sabido mantenerse en el centro de la conversación cultural.
La elección de Bad Bunny no es casualidad: representa la fusión perfecta entre moda, música y autenticidad, elementos que definen a la generación actual. La campaña, descrita por la marca como «icónica desde todos los ángulos», refleja el espíritu vanguardista de Calvin Klein y la capacidad de Bad Bunny para desafiar las expectativas. Más que una simple sesión de fotos, esta colaboración es un testimonio del poder de la moda como vehículo de expresión cultural.