Barcelona sigue demostrando su capacidad de reinventarse. Esta vez, el protagonista de la metamorfosis es el icónico Maremagnum, que tras dos décadas sin grandes cambios, ha culminado un ambicioso proceso de renovación con el sello de L35 Architects.
Situado en el Port Vell, el centro comercial y de ocio ha evolucionado más allá de su concepto original para convertirse en un punto de encuentro donde la arquitectura, la gastronomía y la cultura convergen en un entorno privilegiado con vistas al mar.

El proyecto, liderado por L35, responde a la necesidad de modernización de un espacio clave en la ciudad, y marca un antes y un después en la forma en que los barceloneses y visitantes experimentan la fusión entre compras, restauración y entretenimiento.
La integración del nuevo Time Out Market, un mercado gastronómico de 5.000 metros cuadrados ubicado en la última planta, es el gran hito de esta transformación. Con una propuesta culinaria cuidadosamente seleccionada, el espacio se posiciona como un referente gastronómico que reúne a algunos de los mejores chefs y restaurantes de la ciudad bajo un mismo techo.

La renovación ha apostado por una mayor apertura del edificio hacia su entorno, con accesos mejorados y una conexión visual fluida entre el interior y el exterior. La intervención más significativa se ha centrado en la segunda planta, donde la integración de los distintos niveles bajo una gran cubierta ha redefinido por completo la percepción del espacio. Esta estrategia ha permitido crear una gran plaza cubierta sin barreras visuales, ofreciendo una experiencia más intuitiva y cohesionada para los visitantes.
Desde una perspectiva arquitectónica, la remodelación embellece el complejo y optimiza su funcionalidad. La incorporación de amplios lucernarios y dos nuevas terrazas-mirador refuerzan la sensación de amplitud y conectan el Maremagnum con su privilegiado emplazamiento en el Mediterráneo. Una de estas terrazas ofrece vistas panorámicas a la ciudad, mientras que la otra, orientada al mar, queda enmarcada por una gran fachada acristalada que potencia la relación del edificio con el puerto.

Además de su impacto estético y funcional, el nuevo Maremagnum también ha sido diseñado con un enfoque sostenible. La remodelación ha priorizado la eficiencia energética mediante la instalación de paneles solares y térmicos, así como la implementación de materiales de alta reflectancia solar en la cubierta para reducir el efecto isla de calor. Con 34 paneles fotovoltaicos y 10 paneles térmicos, el edificio logra generar una parte significativa de su consumo energético de forma autónoma.
Este ambicioso proyecto de transformación consolida a Maremagnum como un espacio de referencia en la ciudad, capaz de ofrecer una experiencia que trasciende el concepto tradicional de centro comercial. Con una arquitectura renovada, una oferta gastronómica de primer nivel y una integración más orgánica con su entorno, este nuevo capítulo en la historia del Maremagnum es una muestra más de la capacidad de Barcelona para evolucionar sin perder su esencia.
