En una edición marcada por la innovación estética y la reivindicación del diseño artesanal, Barcelona Bridal Fashion Week 2025 ha sido el escaparate perfecto para el debut de Claudia Llagostera como directora creativa de Carta Branca, la firma más experimental del grupo internacional Marylise & Rembo Fashion Group (MRFG). La diseñadora española ha presentado Chapter VI, una colección que destaca por su minimalismo emocional, sus siluetas fluidas y su decidida apuesta por la personalización.
En conversación exclusiva con Barcelona Fashion Press®, Llagostera comparte su visión para una novia que busca autenticidad, pureza y una conexión real con la prenda que viste en uno de los días más importantes de su vida.

1. Claudia, ¿qué significa para ti y para Carta Branca desfilar en un escenario tan relevante como la Barcelona Bridal Fashion Week 2025?
Es una oportunidad increíble poder mostrar nuestras nuevas ideas en una plataforma tan reconocida a nivel mundial en el sector nupcial. Además, es muy gratificante compartir el resultado con todo el equipo, después de tantísimas horas de trabajo y dedicación en cada detalle.
2. La nueva colección, Chapter VI, apuesta por el romance moderno con drapeados etéreos y siluetas fluidas. ¿Qué os inspiró concretamente para elegir este camino estético?
Las tendencias actuales buscan frescura, alejarse de lo clásico y convencional. Hay un deseo de experimentar con formas, tejidos y texturas. Por eso hemos apostado por materiales con mucha personalidad, trabajándolos de forma artesanal para crear efectos únicos.

3. Introducís por primera vez looks de dos piezas. ¿Crees que esta tendencia hacia la personalización es el futuro del diseño nupcial?
Creo que no sólo es el futuro, sino el presente. Los vestidos de dos piezas permiten a las novias construir su propio look, en línea con su personalidad, combinando libremente las propuestas que ofrecemos desde Carta Branca. Además, muchas buscan versatilidad: poder transformar su outfit del momento ceremonia a la fiesta, sin perder estilo.
4. Habláis mucho de libertad creativa y audacia. ¿Qué límites quisisteis romper específicamente con esta colección?
Como su nombre indica, Carta Branca nos brinda total libertad a los diseñadores para aportar nuestra visión. Eso se transmite también a nuestras clientas, que se sienten libres de expresar su estilo a través de nuestros vestidos. Las líneas puras y los tejidos lisos permiten que mujeres muy diferentes interpreten un mismo diseño de forma completamente distinta. Es como si cada vestido cobrara vida con quien lo lleva.
5. Carta Branca tiene raíces belgas y producción artesanal portuguesa. ¿Cómo influye esta combinación única en la identidad de la firma?
Contar con un equipo multicultural aporta una visión mucho más global, tanto de las tendencias como del momento actual del sector. Para mí es una gran ventaja: sabemos potenciar nuestras fortalezas y apoyarnos mutuamente. Carta Branca tiene una visión muy avanzada, y eso la convierte en una firma muy especial, no necesariamente dirigida al gran público, sino a una clienta muy conocedora del mundo de la moda.

6. La colección está llena de tejidos nobles como el crepé, chiffon y organza. ¿Qué rol juegan estas telas en la experiencia sensorial que buscáis crear en cada vestido?
Es un elemento clave en Carta Branca. Todos nuestros tejidos son 100% seda, y creo que es uno de los sellos más distintivos de la marca. Las novias lo perciben enseguida: el tacto, la caída, el brillo natural… un buen tejido transforma completamente un vestido, y más aún en un día tan especial.
7. ¿Cómo definirías la esencia de una novia Carta Branca?
Una mujer con personalidad, amante de la moda, que valora la calidad, los detalles, y busca algo auténtico, sofisticado y único.
8. ¿Qué elemento de Chapter VI destacarías como el más innovador en relación a vuestras anteriores colecciones?
Me entusiasma la incorporación de capas que se pueden combinar con diferentes vestidos. Casi todas las piezas funcionan entre sí, lo que permite a las novias jugar y personalizar aún más su look.
9. Los detalles personalizables, como mangas removibles y capas refinadas, se imponen en esta colección. ¿Por qué crees que esta versatilidad se ha vuelto tan importante para las novias actuales?
Las novias buscan comodidad sin renunciar a la elegancia. Hoy en día, muchas bodas mezclan estilos y momentos muy distintos: ceremonia formal, cóctel relajado, fiesta… Estos elementos transformables les permiten adaptarse a cada parte del día con naturalidad. Además, muchas influencers y celebrities han impulsado esta tendencia de cambiar de look durante la boda, algo que nuestras clientas también desean.

10. Como directora creativa, ¿cuál ha sido el mayor reto en la creación de esta colección?
Trabajamos con una base muy pura: el crepé de seda como tejido principal. No usamos bordados o tejidos fantasía, por lo que lograr ese efecto wow sin recurrir a lo evidente es todo un reto. Cada año buscamos superarnos, renovando la visión de la marca sin perder su esencia. Ese equilibrio es nuestro mayor desafío… y también nuestro motor creativo.
11. Para finalizar, Claudia, ¿cómo imaginas el futuro inmediato de Carta Branca tras su presentación en la Barcelona Bridal Fashion Week?
Espero que Carta Branca se consolide aún más como una firma de alta calidad dentro del sector. Que se valore el saber hacer, la producción artesanal y la excelencia en los acabados por encima del precio. Y que las novias que sueñan con un vestido realmente único y especial nos tengan como primera opción.