miércoles, junio 25, 2025
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    Fukamura renace como barra Omakase en el Eixample con cocina japonesa de autor

    El chef Daisuke Fukamura transforma su taberna en un exclusivo restaurante Omakase en Còrsega 479. Una barra íntima para siete comensales donde cada detalle está pensado para emocionar a través de la alta cocina japonesa. Técnica, producto y sensibilidad se dan cita en una experiencia única en Barcelona.

    En una discreta esquina de la calle Còrsega, en el número 479, uno de los grandes secretos gastronómicos de Barcelona se reinventa. Tras años consolidado como referencia para los amantes de la cocina nipona auténtica, Fukamura da paso a un nuevo capítulo más íntimo, depurado y radicalmente personalFukamura Omakase, una barra de alta cocina japonesa para solo siete comensales, donde la delicadeza, la técnica y la emoción se convierten en el verdadero menú.

    Daisuke Fukamura, chef y alma del proyecto, abandona el formato de taberna para ofrecer una experiencia puramente Omakase —“confiar en el chef”, en japonés— que trasciende la carta y los tiempos marcados por el reloj.

    © Cortesía de Fukamura. Todos los derechos reservados.

    Cada noche, un recorrido sensorial diseñado al instante, con el mejor producto disponible y la precisión de una vida dedicada al sushi, toma forma en una barra donde el comensal es testigo directo de cada movimiento. El resultado: una experiencia de concentración, pureza y respeto absoluto por el producto.

    Formado en Asakusa Sushi Sei, institución del sushi tradicional con más de 140 años de historia, Fukamura lleva en Barcelona desde 2007, donde ha pulido su maestría en casas como Koy ShunkaEspai Kru o Shibui. Su enfoque prescinde del artificio para abrazar la esencia: equilibrio, sabor y emoción, sin alardes innecesarios.

    © Cortesía de Fukamura. Todos los derechos reservados.

    El menú, que cambia según el mercado, gira en torno al niguiri edomae —pescado tratado al momento, arroz tibio, respeto absoluto a las temperaturas— y a preparaciones elaboradas con ichiban dashi, el caldo madre de la gastronomía japonesa, extraído de kombu y katsuobushi. A todo ello se suma una cuidada selección de sakes, maridados por Roger Ortuño, experto en sake y embajador de la cultura japonesa.

    El espacio ha sido transformado por el estudio Salvà Ortín Arquitectes, que firma una reforma sobria y elegante. Madera, acero y cemento dominan una atmósfera minimalista, bañada por una luz tenue que convierte cada cena en una ceremonia contemporánea. La barra es el centro de todo. El resto, silencio, concentración, ritual.

    © Cortesía de Fukamura. Todos los derechos reservados.

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