domingo, julio 13, 2025
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    Anthony Vaccarello transforma la masculinidad desde la sutileza en Saint Laurent

    Anthony Vaccarello reconstruye la propuesta masculina de Saint Laurent con una colección que suma esencia parisina, tono veraniego y silencio emocional. En un montaje minimalista que evoca Fire Island y el refugio de Yves, los tejidos estructurados se funden con una paleta radiante. Protagonizan hombro marcado, prendas relajadas y detalles que invitan a la contemplación en plena Semana de la Moda de París.

    En una atmósfera de equilibrio y sutileza, Anthony Vaccarello presentó la nueva colección masculina de Saint Laurent para Primavera‑Verano 2026 durante la Semana de la Moda de París, el 24 de junio. 

    La pasarela se transformó en un escenario íntimo y sereno gracias a la instalación Clinamen de Céleste Boursier‑Mougenot: porcelanas flotantes en un estanque circular que emitían suaves campanadas, generando una cadencia sonora que invitaba a la contemplación y el recogimiento.

    Sobre este telón de calma emergió una propuesta donde la elegancia estructurada y la ligereza estival conviven en armonía. Las prendas, impecablemente cortadas, deslizan una narrativa sofisticada: gabardinas con hombros definidos, camisas de corte nítido y pantalones amplios que introducen un sentido de espaciosidad y libertad.

    La paleta cromática de la colección se funde con el espíritu de Fire Island: tonos cálidos como el amarillo mantequilla y el naranja cítrico se combinan con lilas, azules cielo y verdes bruma, aportando una luminosidad suave sobre los negros y los blancos clásicos. Este contraste cromático acentúa la sensación de “espíritu veraniego refinado”, propia de un armario que respira con la luz del día.

    Vaccarello recupera sutiles guiños a los archivos de la Casa, tal como los shorts que evocan los utilizados por Yves Saint Laurent en los setenta, pero los presenta con respeto hacia su función actual. Cada pieza se convierte en un puente entre pasado y presente: no remite a nostalgia, sino a la continuidad evolutiva de la maison.

    La selección de texturas realza la propuesta: gabardinas ligeramente satinadas, camisas en algodón fresco y jerseys ligeros que captan la luz y el movimiento. Los accesorios refuerzan esta estética sin estridencias: gafas oversize que añaden misterio y sofisticación, mules y sandalias planas que subrayan una actitud relajada, y tejidos envolventes que reflejan una arquitectura corporal fluida.

    La colección destila una sensibilidad sensual contenida. Cada traje, camisa y prenda se ajusta con una elegancia sin gritar, diseñada para quienes buscan presencia silenciosa. Vaccarello refuerza la idea de que la ropa puede ser vehículo de emoción contenida, generando un vínculo íntimo con quien la lleva.

    Rostros como Lila Moss, Keshi y Hunter Doohan, junto a figuras del sector y estrellas emergentes, celebraron una propuesta que sitúa a Saint Laurent en una nueva dimensión emocional. No se trataba de un despliegue ostentoso, sino de una experiencia estética que transpira reflexión y claridad.

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