El pasado 17 de septiembre, el Moco Museum Barcelona inauguró Heart Space, la nueva instalación inmersiva de la artista digital contemporánea Krista Kim, que reformula el vínculo entre tecnología y emoción humana. La propuesta, desarrollada en colaboración con la empresa de IA ética Tenbeo, transforma los latidos del corazón en ondas de luz y color en constante evolución, ofreciendo a los visitantes una experiencia sensorial y colectiva sin precedentes.
A través de sensores ECG, la obra registra los latidos en tiempo real y los proyecta en un lienzo digital compartido dentro de un entorno de espejos, donde las frecuencias individuales se funden en una narrativa común. Cada participante recibe una Heart Signature, una pieza digital única e irrepetible creada a partir de su propio algoritmo de latidos, elevando la experiencia personal al terreno del arte.

Con Heart Space, Krista Kim reafirma su papel como pionera del arte digital y fundadora del movimiento Techism, que sitúa la tecnología al servicio de la conciencia y la conexión humana.
La artista canadiense-coreana, reconocida internacionalmente y galardonada con el Excellence of Digital Art de los Créateurs Design Awards, ha expuesto en instituciones como el LACMA, Sotheby’s Nueva York, Art Dubai, Palazzo Strozzi o el Foro Económico Mundial de Davos, consolidando un lenguaje artístico que combina innovación, espiritualidad y estética.

El Moco Museum, con sedes en Ámsterdam, Barcelona y Londres, se ha convertido en un referente internacional por su apuesta por el arte moderno, contemporáneo y digital. Con una colección que reúne a figuras icónicas como Warhol, Basquiat, Kusama, Banksy o KAWS, y tras recibir a más de cinco millones de visitantes —entre ellos nombres como Barack Obama, Madonna o Tim Cook—, la institución mantiene su misión de acercar el arte a todos los públicos.
Con Heart Space, el museo refuerza su compromiso de mostrar propuestas que sorprenden por su innovación tecnológica, y que también invitan a reflexionar sobre la empatía, la identidad y la conexión genuina en la era digital. Una obra que convierte cada latido en un lenguaje visual compartido y que sitúa a Barcelona, una vez más, en el mapa de la vanguardia artística internacional.
