El pasado 1 de octubre, Moxy Barcelona celebró su primer aniversario con una cita que no dejó indiferente a nadie. Bajo el nombre Moxyland, el hotel se transformó en un auténtico parque de atracciones urbano, desplegando todo su espíritu joven, provocador y divertido. La marca más atrevida de Marriott International volvió a demostrar por qué es sinónimo de creatividad, irreverencia y diversión sin límites.

Cada planta del hotel ofrecía un universo propio: caseta de feria, casino, consulta de tarot, estudio de tatuajes y barra de piercings. Un recorrido sensorial que fusionaba el imaginario Moxy con la esencia más vibrante de Barcelona. La atmósfera era eléctrica, marcada por la sorpresa y el desenfado, con una decoración llena de neones, música y detalles visuales que invitaban a explorar sin mapa.

La celebración culminó en el rooftop Bonavista, el espacio gastronómico y de coctelería gestionado por Grup Confitería, donde se reunieron más de 300 invitados. Entre ellos, destacaron nombres conocidos del panorama social y digital como Carlos Peguer, Jonan Wiergo o Marcos Franz, que no quisieron perderse una de las fiestas más comentadas de la temporada.

El momento más esperado llegó con el secret show de Rigoberta Bandini, quien sorprendió con un concierto íntimo y vibrante que conquistó al público. Tras su actuación, el ritmo no se detuvo gracias a los DJ sets de Martina O’Clock, Arnau Obiols, Gerard Estadella y Luc Loren, que mantuvieron la pista encendida hasta altas horas de la madrugada.

La fiesta fue, sin duda, un reflejo perfecto del ADN Moxy: atrevido, libre y lleno de energía. Una celebración que consolida al hotel como uno de los epicentros de la nueva movida barcelonesa, donde hospitalidad, diseño y diversión se funden en una experiencia única.
