Barcelona volvió a brindar por uno de sus proyectos gastronómicos más influyentes. Parking Pizza, el concepto que redefinió la manera de comer pizza en la ciudad, celebró el pasado martes 11 de noviembre su 10º aniversario rodeado de la comunidad gastro más potente de Barcelona: chefs, prescriptores, periodistas, creativos, perfiles del sector lifestyle y amigos de la firma que ha convertido estos locales en auténticos puntos de encuentro. Nadie quiso perderse una celebración que homenajeaba uno de los éxitos más sólidos y queridos de la última década.
Su historia comenzó en 2015, cuando Berta Bernat y Marcos Armenteras apostaron por un proyecto propio tras más de 15 años trabajando para otros negocios de restauración. Inspirados por viajes, referencias internacionales y un vacío evidente en la oferta barcelonesa, concibieron una pizzería artesana donde la calidad del producto, el diseño industrial y un servicio cercano e informal fueran el corazón del concepto.

Aquel primer local, instalado en unas antiguas cocheras de la Calle Londres, dio nombre y espíritu a una marca que hoy cuenta con nueve restaurantes, siete de ellos en Barcelona y dos en Madrid.
La celebración de esta década fue un homenaje también a una forma de entender la gastronomía. Espacios amplios, luz natural, cocinas abiertas, hornos de leña como alma visible, mesas largas para compartir y la mítica masa de larga fermentación forman parte de un sello que combina autenticidad mediterránea, estética contemporánea y ambiente relajado. Un estilo que, con el tiempo, se ha convertido en referencia para la generación Z, los jóvenes creativos y el público más trendy de la ciudad.

El universo Parking fue creciendo con nuevas apuestas monoconcepto: Parking Pita (2017), con influencias de Oriente Medio y su pan insignia; y Parking Sótano (2021), diseñado para los amantes de las brasas y los famosos sides que han conquistado al público. Tres proyectos hermanos que comparten ADN estético y espíritu urbano, siempre anclados en espacios que recuperan antiguos garajes o locales industriales para darles una nueva vida.
Hoy, Parking Pizza mantiene intacto su espíritu a pesar de los desafíos personales vividos por Berta tras el reciente fallecimiento de su socio y pareja. Respaldada por un equipo sólido, comprometido y cercano, continúa impulsando una visión que ha sabido calar no solo en Barcelona, sino también en Madrid. Una década después, Parking Pizza sigue siendo un símbolo de comunidad, de amor por el producto y de creatividad gastronómica, y todo apunta a que las próximas alegrías están aún por llegar.




