Barcelona volvió a convertirse en el epicentro de la comunicación y el talento con la celebración de los Premios Ondas 2025, una noche que reafirmó el peso mediático de la ciudad. El histórico Gran Teatre del Liceu brilló una vez más como escenario de la 72ª edición de estos galardones, organizados por PRISA Media y Radio Barcelona – Cadena SER, en una ceremonia que reunió a las voces, rostros y creadoras más influyentes del año.
Bajo la conducción de Mara Torres y la dirección de Jordi Rosell, la gala desplegó un ritmo impecable y una narrativa que celebró la excelencia en todas las disciplinas. Más de 540 candidaturas de 18 países avalan la magnitud de unos premios que, edición tras edición, se consolidan como referencia indiscutible en radio, televisión, música y publicidad.

La puesta en escena estuvo marcada por una sensibilidad artística cuidada y momentos especialmente emotivos, con actuaciones de Pastora Soler y Viva Suecia, que aportaron intensidad musical a una noche ya de por sí repleta de energía. El humor, imprescindible en los Ondas, llegó de la mano de Juan Carlos Ortega y del equipo de ‘Ni Tan Bien’, liderado por Carolina Iglesias, con la complicidad de Laura Márquez y Charlie Pee, que lograron conectar al instante con el público del Liceu.
El jurado entregó 26 galardones que reconocieron trayectorias, interpretaciones, formatos innovadores y proyectos que han marcado conversación. Entre los premiados más celebrados destacaron El Gran Wyoming, las poderosas interpretaciones del elenco femenino de ‘Furia’ —Carmen Machi, Candela Peña, Pilar Castro, Nathalie Poza, Ana Torrent, Cecilia Roth y Claudia Salas—, y figuras tan queridas como Secun de la Rosa, Valeria Castro y la propia Pastora Soler.

En el ámbito radiofónico, brillaron Versió RAC1, Isaías Lafuente, el equipo de ‘Un libro, una hora’ y el narrador argentino Alejandro Dolina, figuras que continúan demostrando la vigencia, profundidad y humanidad del medio. En ficción, títulos como ‘Celeste’, ‘Querer’ y ‘Pubertat’ reflejaron la diversidad, el riesgo creativo y el compromiso narrativo de la industria actual.
Uno de los momentos más simbólicos de la noche fue la entrega del premio a la mejor programación especial de Radio, otorgado conjuntamente a todas las radios de España por la cobertura del apagón del 28 de abril, un reconocimiento colectivo al servicio público y a la capacidad de respuesta de los medios ante situaciones excepcionales.

Barcelona despidió así otra edición de los Premios Ondas con una atmósfera de celebración, respeto y admiración hacia quienes mantienen viva la esencia de la comunicación. Una noche en la que el talento habló más fuerte que nunca y en la que el Liceu volvió a ser el corazón cultural de una ciudad que, una vez más, brilló con luz propia.



