El barrio de Tres Torres suma desde hoy un nuevo punto de encuentro gastronómico con la llegada de Casa Telmo, el proyecto más íntimo y personal del Grupo San Telmo, ubicado en C/ Milanesat 19 (Sarrià–Sant Gervasi). La apertura supone un gesto de identidad: una vuelta a la casa de comidas tradicional, reinterpretada con la elegancia sobria que caracteriza al grupo, y con un objetivo muy claro: recuperar el ritual de comer bien, sin artificios y con la verdad del producto como hilo conductor.
La reciente inauguración tiene un peso emocional especial, ya que materializa el sueño de Isidro Marqués, fundador del grupo, de abrir un espacio en el barrio donde ha vivido siempre. La historia del local es larga y conocida entre los vecinos: desde aquel mítico Cerchas de Manolo Grandes, hasta el legado familiar que dejó Carla Tarruella con el recordado Acontraluz. Casa Telmo recoge esa memoria del barrio y la transforma en un concepto más actual, luminoso y honesto.
El restaurante define su propuesta como “comfort food elevado”, una cocina que respeta el producto local, de temporada, y que se apoya en carnes 100% ecológicas catalanas y pescado fresco de la lonja. La carta respira una sensibilidad más refinada que en otros locales del grupo, con vocación de convertirse en un nuevo clásico cotidiano del distrito. El Menú de Mantel, disponible por 24,5€, reivindica el valor simbólico del mantel blanco como icono de la comida casera auténtica.
Entre los imprescindibles aparecen algunos de los platos más celebrados del ADN San Telmo: croqueta de pollo rustido, macarrones a la Cardenal con carrillera ibérica o las albóndigas Strogonoff. A ellos se suman creaciones diseñadas especialmente para este espacio, como los puerros confitados con stracciatella y botarga, las tortillas abiertas —como la de ceps con panceta Joselito o la de gamba roja y ajos tiernos—, o las cazuelitas de guiso que apelan a los sabores universales de las comidas de domingo.
La carta también incluye los dados de solomillo con parmentier y chalotas glaseadas, una interpretación inédita del clásico San Telmo, junto al entrecot al Café París, guiño directo al bistró tradicional.
El capítulo dulce mira directamente a la nostalgia. El helado de nata con chocolate 70% y frutos secos garrapiñados es un homenaje a la repostería clásica, acompañado del flan casero y la tarta de queso Idiazábal ahumado, pensados para cerrar la experiencia con un toque cálido y familiar.
La selección de proveedores subraya la apuesta por la calidad: Joselito, Maison Carpinelli, anchoas Xillu u ostra Catalana Sant Lluís N°2. La gamba de cristal, con una fritura limpia y precisa, se perfila como uno de los futuros emblemas de la casa. La carta de vinos, amplia y accesible, ofrece un recorrido por D.O. locales que acompañan desde un Tempranillo a un Champagne, manteniendo un ticket medio entre 35€ y 40€.
Casa Telmo ocupa una antigua nave con un diseño sobrio y luminoso que mantiene la estética de Bistró Mató, su restaurante “hermano”. Un patio inspirado en la buganvilia y un salón privado —La Pecera, con capacidad para 45 comensales— completan el espacio. La cocina ininterrumpida de 13:00h a 22:45h da margen para disfrutar desde un aperitivo prolongado hasta una cena tardía, un formato cada vez más demandado en Barcelona.
El proyecto se suma al sólido recorrido del Grupo San Telmo, fundado por Isidro Marqués, formado en Hofmann y con pasos profesionales por restaurantes de referencia como Ra, Grupo Tragaluz o la Hacienda Benazuza del equipo de elBulli. Hoy, el grupo reúne siete locales —Tantarantana, San Telmo, El Canalla, Palosanto, Bistro Mató, Café de l’Acadèmia y ahora Casa Telmo—, todos con una filosofía común: cocina mediterránea honesta, producto como protagonista, pequeños productores y un respeto absoluto por el origen.
Con Casa Telmo, Tres Torres gana un espacio destinado a quedarse. Un lugar donde encontrar comida casera con alma, elaborada con la simplicidad más difícil de lograr: aquella que solo consigue quien cocina con verdad.
