En una velada íntima y exquisitamente orquestada, Carpano Antica Formula, el vermouth que dio origen a todos los vermouths, volvió a relucir el pasado 17 de noviembre en una cena exclusiva celebrada en Can Bo Vins & Tapes, el nuevo punto de encuentro gastronómico del Grand Hotel Central Barcelona. Un entorno privilegiado en Ciutat Vella donde tradición, artesanía y sofisticación dialogaron para revelar todo el potencial de esta fórmula legendaria.
Durante la experiencia, invitados seleccionados descubrimos la profundidad aromática y sensorial de un icono que, más de dos siglos después, sigue marcando el compás del aperitivo premium.
La cena arrancó con un brindis que definió la noche: un primer cóctel elaborado con Antica Formula, Carpano Bitter, agua de coco, Vichy Catalán y bitter chocolate, una mezcla inesperada que realzó el perfil más contemporáneo del vermouth. Acompañaron el inicio tres entrantes tradicionales reinterpretados —Gilda, ensaladilla rusa y salpicón de pez de limón— que conversaban con su carácter aromático.

El recorrido continuó con un segundo cóctel que rendía homenaje a la tradición italiana: Antica Formula, Amontillado, Palo Cortado y Frangelico. Una combinación profunda y elegante que tejió el puente perfecto hacia los principales: croqueta de pollo rustido, tortilla de patata con nduja picante, tagliatella con ragú de rabo de toro y pluma ibérica con puré de calabaza. Un menú diseñado para revelar la versatilidad gastronómica de un vermouth con alma.
Para cerrar, un guiño al ritual del café italiano: el tercer cóctel, preparado con Antica Formula y espresso, acompañó un flan de vainilla que redondeó la experiencia con un toque dulce y nostálgico.
Más allá de la cena, la noche fue un recordatorio del legado que convierte a Carpano Antica Formula en un símbolo cultural. Fundado en 1786 en Turín por Antonio Benedetto Carpano, este elixir marcó un antes y un después en la historia del aperitivo: vino, hierbas y especias armonizados en una receta que sigue siendo un secreto de la familia Branca.

Su maceración lenta, su selección meticulosa de botánicos —entre ellos vainilla de Madagascar, Papúa Nueva Guinea y Tahití, azafrán iraní y ajenjo alpino— y su textura intensa, aterciopelada y profundamente elegante lo han mantenido como referente durante más de dos siglos.
Hoy, mientras la cultura del aperitivo vive un nuevo auge, sumilleres y bartenders redescubren en Antica Formula una bebida con terroir, complejidad y carácter, comparable a los grandes vinos. En España, donde la coctelería crece y se sofistica, este vermouth se ha convertido en protagonista de cartas y maridajes, reivindicando el placer de un consumo pausado y diurno que conecta con las tendencias globales.
Cada botella —una pieza numerada que conserva el diseño original del siglo XVIII y la inscripción Tempus Judex— reafirma su esencia: el tiempo, siempre, es el juez. Y el tiempo ha decidido que Antica Formula no solo pertenece a la historia, sino también al presente de los grandes clásicos.



