Royal Hideaway Corales Resort 5* GL —el hotel con más estrellas Michelin de España— escribe un nuevo capítulo en su historia culinaria con la presentación de ‘El lujo de vivir despacio’, su primer fotolibro gastronómico, creado junto a Montagud Editores, la editorial que más ha contribuido a documentar la alta cocina desde 1906. El volumen captura, desde una sensibilidad íntima y profundamente artística, la identidad del resort tinerfeño y el diálogo constante entre su propuesta culinaria y el territorio volcánico que la inspira.
La obra fue desvelada en una cena exclusiva celebrada en Barcelona, donde un reducido grupo de periodistas, colaboradores y referentes del sector gastronómico pudieron descubrir el espíritu del proyecto, su proceso creativo y la filosofía que sostiene cada una de las imágenes que lo componen. Una velada que puso en escena la calma, la excelencia y el respeto al origen que define a Royal Hideaway Corales Resort 5* GL.
Este fotolibro, fotografiado por Mikel Ponce, maestro de la luz artificial en exteriores y colaborador clave en publicaciones como Apicius y Pastry Revolution, recoge algunas de las recetas más representativas del resort a través de una mirada que combina técnica, emoción y una elegancia depurada. Su capacidad para simular luz natural en el 90% de sus imágenes y su particular visión cenital convierten cada plato en una pieza de contemplación contemporánea.
La unión entre su sensibilidad artística y la excelencia culinaria de restaurantes como El Rincón de Juan Carlos (2 estrellas Michelin), San Hô (1 estrella y 1 Sol Repsol), Il Bocconcino (1 estrella Michelin y 1 Sol Repsol), Starfish Atlantic Grill (3 rábanos en Guía Green Guide y recomendado en la Guía Repsol) y Maresía Atlantic Bar (1 Solete en la Guía Repsol) da como resultado un relato visual coherente, evocador y absolutamente honesto con el paisaje que lo inspira.
Para celebrar la presentación del libro, los invitados disfrutamos de un menú degustación San Hô creado especialmente para la ocasión, concebido como un prólogo sensorial al universo del fotolibro. La velada comenzaba con el cóctel de bienvenida El Adelantado, seguido de una sutil “Hora del té” que marcaba el ritmo pausado del viaje culinario. A continuación, aparecía en mesa Gilda, erizo y atún patudo, acompañados por el elegante maridaje Suertes del Marqués Trenzado 2024, una primera declaración de intenciones donde el litoral canario se expresaba con precisión.
El discurso continuaba con Halófilas y una exquisita Oda al mar, plato que respiraba océano en cada trazo y que se armonizaba con Artífice Llanito Perera 2022. Después llegaba Plantas olvidadas, una oda a la memoria vegetal del archipiélago, antes de adentrarse en uno de los momentos más potentes de la noche: la Cabra Palmera, maridada con Ignios Vijariego Negro 2022, que ponía en valor la profundidad del territorio volcánico.
La narrativa evolucionaba hacia un contraste magistral con el carabinero de La Santa e ibérico, seguido de un pichón impecable en técnica y emoción, acompañado por Suertes del Marqués Las Suertes, un vino que prolongaba la mineralidad del paisaje en cada sorbo. Como cierre láctico y sorprendente, aparecía la Cabra Majorera, antes de dar paso al delicado miso y a los petit four, que concluían la experiencia junto al cóctel Bienmesabe, último gesto de hospitalidad y dulzura inspirado en la tradición canaria.
Una secuencia de platos que consolidó la filosofía del resort: una cocina que no busca deslumbrar desde el artificio, sino emocionar desde la verdad del territorio, la cercanía del producto y una creatividad que respira paisaje.
La propuesta culinaria de Royal Hideaway Corales Resort 5* GL se ha consolidado como un auténtico refugio gastronómico en el archipiélago, un espacio donde territorio, técnica y sensibilidad conviven con naturalidad. Siguiendo los principios de Barceló ReGen, el resort trabaja desde la cercanía, la temporalidad y el respeto, impulsando la economía local y preservando la identidad insular a través de recetas que respiran paisaje.
Aquí, la sostenibilidad no es un discurso: es un acto diario. Una forma de entender la cocina como legado, como responsabilidad y como una oportunidad para celebrar la verdad del producto.
