El Born es más que un barrio: es memoria viva, pulso creativo y una forma de entender Barcelona. Bajo esta premisa, el Mercado de Santa Caterina acogió una cena excepcional que reunió a cocineros, comerciantes y agentes culturales en un ejercicio de reivindicación del sabor, del producto y del vínculo emocional con uno de los enclaves más genuinos de la ciudad.
Impulsado por el sello Born Districte Gastronòmic, que agrupa una treintena de restaurantes, coctelerías y tiendas gourmet, el encuentro fue el punto de partida de la campaña “Roda el món i torna al Born”, un llamamiento directo a los barceloneses para volver a mirar —y saborear— su propio barrio con orgullo renovado.
Durante la velada, más de 20 establecimientos del Born ofrecieron un menú irrepetible elaborado íntegramente con producto de temporada del propio mercado. Entre los nombres que firmaron las creaciones destacaron Fran Heras, Joan Bagur, Martin Wolfes, Antonio Sáez, Jaime Pérez, los hermanos López de Viñaspre y los hermanos Colombo, junto a referentes imprescindibles como Vila Viniteca, Cafés El Magnífico, Brunells, Jon Cake, Paradiso, Dr Stravinski y la atmósfera jazzística en directo de Guzzo Club.
Platos como la ostra creada en colaboración entre Estimar y Paradiso o el arancini a la carbonara de Llamber demostraron que la excelencia nace del respeto al producto y al territorio. Una experiencia gastronómica que puso en valor el papel del Mercado de Santa Caterina como eje vertebrador del Born y guardián de su identidad culinaria.
La cena sirvió también como presentación de la serie audiovisual “Roda el món i torna al Born”, compuesta por cinco cápsulas protagonizadas por figuras clave de la cultura y la gastronomía como Mikel Urmeneta, Enric Calpena, Òscar Broc, Andrea Gandrom, Eva Vila y Jon García. A través de sus miradas, los episodios redescubren espacios icónicos como Santa Maria del Mar, la calle Princesa, el Bar Súper, Golfo de Bizkaia o La Viña del Señor, conectando pasado y presente del barrio.
Paralelamente, iniciativas como Fet al Born, que celebra la artesanía local, o el movimiento Gent Born, enfocado en reforzar el comercio de proximidad, continúan consolidando al Born como uno de los barrios más vivos, auténticos e identitarios de Barcelona. Un ecosistema donde gastronomía, comercio y patrimonio conviven para construir comunidad y calidad urbana. Porque viajar está bien, pero volver al Born es volver a casa.
