La mítica coctelería barcelonesa Dry Martini ha abierto sus puertas esta semana a una exposición singular que rinde homenaje al arte, la amistad y la ciudad. Bajo el título Mariscal en Dry Martini, el espacio se convierte hasta finales de septiembre en una galería viva donde el universo creativo de Javier Mariscal cobra vida entre barras, botellas y cocteleras.
Pinturas, esculturas, cerámicas y piezas inéditas componen el recorrido de esta muestra poco convencional, que se despliega sin vitrinas ni etiquetas, fundiéndose con la atmósfera íntima y sofisticada del emblemático local creado por Javier de las Muelas. La selección de obras traza un viaje por la trayectoria del artista desde los años 70 hasta la actualidad, con creaciones realizadas expresamente para esta cita.
Más que una retrospectiva, la exposición propone una lectura transversal del trabajo de Mariscal. Colores vibrantes, líneas libres y un enfoque profundamente humano definen las piezas que dialogan sin jerarquías en cada rincón del Dry Martini. Desde la barra hasta las paredes laterales, el visitante se sumerge en un relato visual donde arte y coctelería se dan la mano, dando forma a una experiencia estética y emocional sin precedentes.
El corazón de la muestra es también el relato de una amistad forjada hace cinco décadas. Javier de las Muelas y Javier Mariscal coincidieron en la efervescente Barcelona de los 70, una ciudad creativa y mestiza, llena de energía contracultural. Aquel cruce de caminos entre el cómic underground y la exploración de nuevas formas de ocio y cultura urbana ha marcado sus respectivas trayectorias. Esta exposición es, en esencia, una celebración de esa complicidad vital.
Uno de los elementos más simbólicos de la muestra es el cartel original ilustrado por Mariscal, en el que retrata al propio De las Muelas en una escena de bar. La ausencia deliberada de un teléfono móvil en la imagen, por sugerencia del homenajeado, subraya un mensaje claro: recuperar la atención plena y el valor de la conversación auténtica.
Durante estos meses, el Dry Martini se transforma también a nivel estético. Chaquetillas de los bartenders ilustradas por Mariscal, vajilla personalizada y pequeñas intervenciones gráficas invitan a disfrutar del arte como parte de la vida cotidiana. Una apuesta que conecta con la filosofía del artista, que siempre ha defendido un arte accesible, emocional y profundamente vinculado a la ciudad.
La muestra, que incluye obras originales y ediciones limitadas firmadas por Mariscal, ofrece también piezas a la venta, convirtiendo la visita en una experiencia coleccionable. Todo ello sin perder el espíritu lúdico y libre que define tanto al artista como al espacio anfitrión.
Mariscal en Dry Martini es un homenaje a Barcelona, a sus noches creativas, a la cultura del cóctel y al arte que se vive, se respira y se comparte. Un brindis por 50 años de amistad, talento y complicidad.
