La firma estadounidense Badgley Mischka presentó su colección Spring/Summer 2025, una propuesta que reafirma su dominio en el universo bridal a través de una síntesis perfecta entre tradición y modernidad.
Diseñada por Mark Badgley y James Mischka, la colección encarna la elegancia característica de la marca al tiempo que incorpora nuevas direcciones creativas. Inspirada por la sofisticación del glamour americano y ejecutada con una meticulosa artesanía italiana, la propuesta celebra la individualidad de la mujer contemporánea a través de diseños modernos, refinados y atemporales.
Badgley Mischka reafirma así su posición como una de las casas imprescindibles en el circuito internacional de la moda nupcial en clave de lujo.
Los vestidos fueron confeccionados con telas nobles de procedencia italiana, entre ellas Mikado, chiffon diáfano, organza cremosa, encaje rebrodé y chantilly, seleccionadas para aportar estructura, fluidez y textura a cada silueta. Los acabados destacaron por su riqueza en detalles: bordados hechos a mano, cristales aplicados con precisión y la inclusión de lazos de cristal en 3D, elemento distintivo que aportó dramatismo y romanticismo a partes iguales.
La colección SS25 se articula en torno a un equilibrio visual entre lo clásico y lo audaz. Las siluetas, impecablemente cortadas, ofrecieron desde líneas columna hasta faldas voluminosas y estructuras sirena, adecuándose a la diversidad de cuerpos y estilos. En cuanto a la paleta cromática, dominaron los tonos suaves de blanco roto, luz de vela y marfil, que enriquecieron el carácter etéreo de las prendas y realzaron el brillo de los bordados y apliques.
Con más de tres décadas de trayectoria, Badgley Mischka se ha convertido en sinónimo de lujo americano.
Reconocida internacionalmente por vestir alfombras rojas y eventos de alta sociedad, la firma ha sabido trasladar su esencia al ámbito nupcial sin perder autenticidad ni sofisticación. En su propuesta bridal, cada vestido es una obra de alta costura pensada para resaltar la elegancia natural de la mujer que lo porta.
La puesta en escena combinó iluminación cálida, ambientación clásica y una dirección artística que acentuó el glamour sin caer en excesos. Las modelos desfilaron con seguridad, mostrando creaciones que, sin duda, están pensadas para una novia exigente que busca destacar con discreta opulencia y un porte inolvidable.