En el corazón del Born, uno de los barrios con más historia y magnetismo de Barcelona, se esconde un lugar que ha redefinido por completo el arte de la coctelería. Dr. Stravinsky, inaugurado en 2017, es mucho más que un bar: es un universo en sí mismo. Una combinación envolvente de antigua botica, laboratorio futurista y taller de alquimistas donde cada cóctel se convierte en una experiencia sensorial.
El secreto de su éxito radica en su estética cuidada y en su atmósfera de club privado para exploradores del sabor. Pero lo que realmente distingue a Dr. Stravinsky es su compromiso inquebrantable con la artesanía líquida. El 80% de los ingredientes que se sirven en sus cócteles se elaboran in-house mediante técnicas que van desde la fermentación al fat-wash, pasando por destilaciones personalizadas y procesos de clarificación dignos de un laboratorio de alta precisión. Todo ello con una mirada atenta a la sostenibilidad, la trazabilidad y el diseño emocional.

El espacio, ubicado en un edificio del siglo XIX cuidadosamente restaurado, invita a la introspección y la sorpresa. Desde el primer paso, el visitante es transportado a otro tiempo: frascos antiguos, madera noble, luces tenues y una cuidada distribución por niveles hacen de cada rincón una postal. La barra se organiza como un viaje temporal. En la parte de abajo, el Pasado: maceraciones, botellas envejecidas y aromas de herbolario. En el área de Bar, el Presente: bartenders en acción, ingredientes caseros, precisión absoluta. Arriba, el Futuro: destilaciones expuestas, inspiración técnica y exploración sensorial. Tres niveles, tres miradas, una sola filosofía.
La nueva carta de cócteles presentada este mes de mayo representa un hito para la casa. El equipo creativo liderado por César Montilla ha diseñado una propuesta conceptual que rinde homenaje al territorio español a través de un recorrido por Galicia, Castilla-La Mancha y Cádiz. De este viaje nacen ingredientes únicos: una mantequilla infusionada, un vinagre artesanal a medida y un queso de cabra con receta exclusiva. El resultado: 15 nuevas creaciones que capturan la esencia de cada región con precisión líquida, un mapa de sabores que traza un puente entre tradición e innovación.

Cada cóctel es presentado de forma intuitiva gracias al ya célebre “Cosmos by Dr. Stravinsky”, una guía gráfica de sabores y grados alcohólicos que permite al cliente encontrar su bebida ideal navegando por constelaciones de gustos. No hay espacio para el azar: cada combinación está pensada al detalle, con guarniciones comestibles, producidas con ingredientes de proximidad y reaprovechamiento culinario. Ejemplo de ello es el Tuber Negroni, con trufa negra y coronado con una delicada flor de queso.
El compromiso con la sostenibilidad atraviesa todas las decisiones del proyecto: desde la reutilización de botellas y cristalería hasta la creación de una carta sin desperdicio, donde cada residuo tiene una segunda vida. La cocina, aunque secundaria frente a la coctelería, ofrece una selección curada de tapas de calidad para complementar la experiencia sin distraer la atención del ritual del cocktail.

El prestigio internacional no ha tardado en llegar. Desde su apertura, Dr. Stravinsky ha sido galardonado con premios como “Mejor Bar Nuevo de Europeo” (BCB), “Mejor Carta de Cócteles” (Fibar Valladolid) y se ha mantenido durante años entre los mejores bares del mundo según rankings como The World’s 50 Best Bars y Top 500 Bars. En 2024, figura en el puesto 48 del Top 500, un reconocimiento a la constancia, la visión y la excelencia.
Al frente de este laboratorio sensorial se encuentra César Montilla, bar manager desde 2021 y copropietario desde 2023. Su trayectoria, marcada por el amor por la interacción humana y la obsesión por el detalle, ha consolidado al Dr. Stravinsky como uno de los templos líquidos de referencia a nivel europeo. Su mirada mezcla técnica y emoción, respeto por la tradición y pasión por la innovación.
Dr. Stravinsky no es un bar para tomar un cóctel: es un lugar para vivirlo. Para descubrir el pasado y el futuro de la coctelería en un mismo sorbo. Para rendirse al arte de quienes entienden que la alquimia no está solo en los libros antiguos, sino también en cada vaso que cruza la barra.