Tras cuatro años de éxito en el barrio de Gràcia, Leche de Tigre se traslada a Sant Gervasi y se transforma en una propuesta gastronómica premium, sin perder la autenticidad que lo convirtió en uno de los referentes peruanos de la ciudad. Bajo la dirección de José Manuel von Bischoffshausen y Alexis Mastrokalos, y con el talento creativo del chef Dieter Westphalen, el restaurante presenta una carta renovada que abarca todas las vertientes de la cocina peruana —nikkei, chifa, criolla, babiche, novoandina y regional— en un espacio sofisticado y contemporáneo.
Este relanzamiento responde al auge imparable de la gastronomía peruana en el panorama internacional, actualmente coronada en el número uno de The World’s 50 Best Restaurants, y posiciona a Leche de Tigre como uno de sus principales embajadores en Barcelona.
Un recorrido culinario por todo el Perú
La carta, pensada para un comensal curioso y exigente, propone una relectura moderna de los sabores clásicos del Perú. Desde ceviches vibrantes y causas delicadas hasta propuestas menos conocidas como el arroz de pato o el cinco leches, el chef Dieter Westphalen combina técnica y emoción para reinterpretar platos emblemáticos. Cada receta es explicada en sala, generando un diálogo con el cliente que va más allá del simple acto de comer: es pedagogía gastronómica.
Las mesas altas frente a la cocina promueven una experiencia social y vivaz, mientras que las salas interiores ofrecen una atmósfera más íntima, perfecta para veladas especiales.
La coctelería, un universo sensorial propio
La barra de cócteles se convierte en una parada obligada en Leche de Tigre. Aquí, el pisco es protagonista en versiones sorprendentes como el Tumbo Sour, el Matacuy Sour o el Chilcano de Maíz Morado y Canela. La carta incluye maceraciones artesanales, insumos nativos y propuestas sin alcohol —como el Tunchito o la Negrita— que replican la complejidad y el carácter de los cócteles clásicos.
Además, combinaciones de autor como el Mule de Altura (con maracuyá y muña) o el Coffee Negroni (con gin infundido en café peruano y bitter de cacao) integran sofisticación, territorio y creatividad líquida.
Diseño con alma andina
La nueva sede en Sant Gervasi ha sido diseñada por Carolina Rey de Castro y está concebida como un recorrido físico y emocional por Perú. Dividido en zonas que representan diferentes regiones del país, el espacio empieza con referencias visuales a los Andes, continúa hacia el norte del país y culmina en una sala que evoca Lima. La elección de materiales, colores —blancos, verdes, amarillos— y elementos como frascos de insumos autóctonos refuerzan la narrativa cultural y estética del restaurante.
Un nuevo capítulo para una propuesta con historia
Este salto cualitativo no solo responde a un cambio de ubicación, sino a una evolución de marca. Leche de Tigre apuesta por un segmento más exigente y cosmopolita, alineando producto, experiencia, diseño y atención al detalle. La carta de vinos también refleja esta vocación premium, con una cuidada selección de etiquetas catalanas y nacionales.
El resultado es una propuesta sólida, honesta y cargada de intención. Un espacio donde la tradición peruana se viste de vanguardia, y donde cada plato, trago y rincón invita a descubrir, saborear y celebrar la riqueza gastronómica de un país que hoy está en boca de todos.
