Haute Couture Week París. Una edición crucial para entender el presente y futuro de la alta costura internacional. El segmento más exclusivo y excluyente del mundo de la moda prepara una nueva edición. Confirmada por la Fédération de la Haute Couture et de la Mode (FHCM), esta edición contará con la participación de 27 maisons, incluyendo firmas consolidadas y talentos emergentes.
Una apertura informal el 6 de julio incluirá el esperado debut de Michael Rider en Celine, además de una propuesta ready-to-wear de Patou. La española Juana Martin se consolida como la única española en formar parte del calendario oficial.
La agenda refleja un momento de transformación profunda en la moda de lujo. El lunes 7 de julio marcará el inicio oficial con nombres como Daniel Roseberry para Schiaparelli, Iris van Herpen, Georges Hobeika y Giambattista Valli. Al día siguiente, Chanel presentará su última colección de estudio antes de que Matthieu Blazy tome las riendas creativas, acompañado por firmas como Armani Privé (quien está de 20 aniversario en el mundo de la alta costura) y Stéphane Rolland.
El miércoles 9 de julio será el día más simbólico: Demna cerrará su ciclo como director creativo de Balenciaga con un desfile al mediodía, mientras que Glenn Martens se estrenará al frente de Maison Margiela, ocupando el espacio dejado por John Galliano desde enero de 2024. El mismo día también desfilarán Robert Wun, Elie Saab y Viktor & Rolf.
La semana concluirá el jueves 10 con un bloque de casas emergentes, entre ellas Aelis, Peet Dullaert y Germanier, consolidando el compromiso de la couture con la innovación contemporánea. Entre las ausencias destacadas, Dior no presentará colección couture esta temporada, tras la salida de Maria Grazia Chiuri. No obstante, se confirma la consolidación de Jonathan Anderson como nuevo director creativo de la firma para todas sus líneas (menswear, prêt-à-porter y alta costura).
Más allá del calendario, la edición de julio 2025 ilustra un momento de inflexión para la alta costura. La coincidencia de despedidas —como la de Demna y el estudio de Chanel— y estrenos —como los de Rider y Martens— marca un punto de reconfiguración en los equipos creativos más influyentes del sector. Así, esta temporada funciona como una plataforma de exhibición y expectativa para las casas que definen el presente y futuro de la moda de lujo.