Con la llegada de la Semana Santa, los puentes y el buen tiempo, muchas son las personas que deciden darse una escapada. El sol no siempre incide sobre la piel de la misma forma ni intensidad que en la playa, en la ciudad o en la montaña. Silvia Oliete, directora y fundadora de Blauceldona, ha elaborado una serie de consejos para cuidar la piel antes de iniciar las vacaciones y según el destino elegido.
Antes de irnos:
- Realizar limpieza facial en profundidad de la piel para lograr una renovación y mejorar la calidad cutánea.
- Eliminar el vello facial del labio y cejas para que la piel esté más bonita y preparada para tomar el sol.
- No olvidar una sesión de manicura y pedicura para que manos y pies luzcan radiantes.
- Realizar tratamiento de exfoliación corporal para eliminar pieles muertas y así la piel luzca con gran luminosidad.
- Someterse a una depilación corporal.
- Preparar un neceser de viaje con cremas protectoras e hidratantes.
- No olvidar que aunque no estemos en la playa debemos salir de casa con protección solar.
- Beber mucha agua para mantenernos hidratados. Evitar en lo posible ingerir alcohol.
- La dieta debe incluir frutas y verduras ricas en betacarotenos como la zanahoria, el tomate o el melocotón. También se recomiendan alimentos ricos en vitaminas B y E como las legumbres o el pescado, ya que evitan la deshidratación y prolongan el bronceado.
- No usar perfume antes de ir a tomar el sol ya que favorecen la aparición de manchas.
Si el destino elegido es la playa:
En la playa es donde disfrutamos de las temperaturas más elevadas aunque la brisa marina nos refresque hasta alcanzar una temperatura agradable. No te dejes engañar, la radiación solar sigue presente. Lo mismo pasa con el agua, el 60% de los rayos UVB y el 85% de los rayos UVA pueden incidir en la piel hasta una profundidad de 50 cm bajo la superficie del agua
Si el destino elegido es la montaña:
La brisa de montaña también puede resultar engañosa porque los rayos UVA siguen presentes. A gran altitud una brisa fresca puede convertirse en un viento helado. La piel también necesita protección, no sólo ante los rayos, sino también ante el frío.
Si el destino elegido es una ciudad:
Aunque estemos en una ciudad la potencia del sol puede tensar tus labios y la piel puede sufrir sensación de ardor. Para evitar que eso ocurra no debemos permanecer en el sol más de quince minutos sin protección.
