BCN Fashion. (BARCELONA FASHION PRESS®).- El Auditorio RBA recibió la semana pasada a la medallista olímpica Ona Carbonell para hablar sobre su preparación en los Juegos Olímpicos de Rio 2016.
La conocida nadadora de sincronizada hizo un repaso a su destacada trayectoria profesional en una charla que fue conducida por Imma Pedemonte, en la que Ona reveló sus secretos y experiencias más interesantes ante un auditorio que congregó a destacados rostros de la vida social catalana, así como numerosos jóvenes «fans» de la deportista.
Todo empezó con su nombre, Ona, y es que sus padres no podían haber acertado más con la elección, ya que desde pequeña sentía pasión por el agua cuando veraneaba en Menorca. Ya en aquella época se pasaba 4-5 horas al día dentro del mar.
De hecho Imma Pedemonte le preguntó sobre cuántas horas había pasado durante su vida en en el agua. Empezó con 9-10 años y ahora tiene 25, lo que suman más de 15 años de pasión por la sincronizada. Haciendo cuentas, son 4 años enteros de toda su vida en el agua, tal y como afirmó la capitana del equipo español de natación sincronizada.
La historia de Ona también es de sacrificio. Detrás del reconocimiento internacional a su dilatada carrera, hay muchísimas horas de esfuerzo. Muchas horas dedicadas a ser la mejor. Horas que no ha podido pasar con su familia, estudiar o dedicarlas a ella misma. Parte de su formación la tuvo que hacer a distancia, ya que la sincronizada es el deporte que exige más horas de dedicación.
Pero como bien explicó, también ha sido mucho lo que le ha aportado el deporte. Tal y como declaró
cuando menos tiempo tienes mejor te organizas y aprovechas el tiempo.
También explicó cómo se desarrolla la rutina diaria de una deportista profesional. Afirmó que un 85% del trabajo del deportista de élite se compone de su fuerza mental. La disciplina, la mente, el esfuerzo y la constancia son las claves indispensables para poder buscar la excelencia.
En lo que a trabajo físico se refiere comentó que entrenan cada día de 8 a 14h y de 16 a 20h, y practican ballet, cardio, pesas, yoga, Pilates, interpretación -por el alto componente artístico de la sincronizada-, coreografía, natación, trabajo biomecánico… Todo esto sin contar que dependiendo de la coreografía -por ejemplo, las que realizaron dedicadas al flamenco, al tango o a la danza africana- tienen que aprender además estas disciplinas.
Ona deslumbró con luz propia ante un entregado y entusiasmado auditorio y demostró la gran pasión que siente por el deporte. De esta manera quiso acercar la disciplina de la natación sincronizada a la sociedad y los valores que ha aprendido durante todos estos años.
