Una de las ofertas más atractivas y completas de Barcelona es su variedad en lo gastronómico que va desde la cocina más vanguardista hasta las opciones más tradicionales y con impronta casolana que se pueden encontrar a lo largo y ancho de la Ciudad Condal.
No en vano, Cataluña se alzó en el año 2016 con la distinción de Región Europea de la Gastronomía, no en vano las preciadas Estrellas Michelin cada año se congracian con nuestra ciudad y no en vano las administraciones públicas muestran su interés en este sector. Prueba de ello son los Premios Barcelona Restauración que reivindican la gastronomía made in Barcelona a través de las distintas propuestas que se pueden encontrar en los barrios de la ciudad.
Una de estas propuestas es Bar el Zorrito, un espacio donde la cocina tradicional se presenta como un buen plan, y así lo deja claro su le motive al afirmar que El Zorrito es un bar donde solo suceden cosas buenas. Aquí lo bueno son sus sabores donde encontramos la oferta de mar y montaña, o las auténticas protagonistas de la carta que son sus tapas.
El tapeo forma parte del ritual foodie de nuestra cultura mediterránea y es la esencia del bar El Zorrito donde encontramos las tapas más tradicionales.
El tapeo forma parte del ritual foodie de nuestra cultura mediterránea y es la esencia del bar El Zorrito donde encontramos las tapas más tradicionales como las croquetas “hechas como en casa”, la tortilla de patata, las gambas al ajillo, el jamón de bellota o las bravas del zorrito.
Lo ecology también se puede comer con los Huevos fritos ecológicos trufados con patatas, cebolla e ibérico de bellota, la Brocheta de entrecot ecológico con verduras, o la selección de embutidos catalanes ecológicos “Can Genis”. Tres delicias junto a otros platillos como la ensalada de tomate “cor de bou” con ventresca, las albóndigas guisadas con sepia y picada de frutos secos, o los Dados de solomillo de ternera con verduras a la parrilla.
Al buen comer y el trato cercano en su atención se suma otra ventaja en el Zorrito, como es es su ubicación. A pocos metros de la Plaza Francesc Macià, en Avenida Josep Tarradellas (con Av. de Sarrià), un buen punto de encuentro par quedar con amigos o con quien se quiera y disfrutar de una cocina tradicional y de calidad con un precio medio que ronda los 25 €.
