Shangai, se transformó la semana pasada en un paisaje repleto de moda. Los modernos edificios y las llamativas luces que bañan el río Huangpu, formaron un evocador telón de fondo para el desfile debut de KENZO en China.
La idea de Nigo, el director artístico de la marca, era entrelazar Oriente y Occidente a través de la moda, adoptando al mismo tiempo una visión contemporánea y actual, sin nunca olvidar el legado de KENZO. Previsto como «un puente simbólico y natural entre las dos culturas», para la marca, este desfile fue la primera vez que se mostraba una colección en China en sus 53 años de historia.
Mediante este desfile, se llevó la elegancia y el estilo parisinos al país asiático, donde KENZO ya cuenta con más de 40 tiendas. De hecho, este “puente” que se quería conseguir entre ambos territorios, fue meticulosamente planeado, no solo con los diseños, sino que también con la ubicación donde se celebraban los desfiles.
La presentación de la SS24 llevado a cabo durante la Semana de la Moda de París, se desarrolló en el paseo que une la Torre Eiffel con el río Sena, y el de Shangai, un mes después, en el paseo del río Huangpu, demostrando una perfecta sinergia y conexión entre ambas experiencias.
Bautizada como «City Pop Paris«, la colección presentada crea un diálogo cautivador que une el legado de Kenzo Takada con la visión más moderna de Nigo. En los looks, se coquetea con un vestuario «real-to-wear», minuciosamente cuidado para mezclar “la elegancia con prendas agradables para las nuevas generaciones y que se puedan usar diariamente”.
Nigo, que ha trabajado junto a figuras clave de la moda como Marc Jacobs o Virgil Abloh, demostró una vez más su infalible pericia en toda la oferta SS24, ya que la colección mantiene un perfecto equilibrio entre modernidad y tradición.
El uwagi de judo se recontextualiza como chaqueta, las blazers tienen mangas de kimono y el seigaiha, un antiguo estampado de olas, se adapta en los diseños con un color aguamarina. Las prendas transparentes y delicadas contrastan con los trajes más estructurales o con los patrones denim, y los bolsos y accesorios son otro ejemplo de cómo Nigo se mueve sin esfuerzo por los códigos de la moda japonesa y occidental.
Con un logo renovado por el artista gráfico Verdy, los accesorios se han creado pensando en la funcionalidad. Los bolsos de mano remiten indudablemente a los históricos bolsos japoneses utilizados para transportar sake, y las bandoleras de la colección están diseñadas para que se parezcan a los envases de arroz.
Combinando la masculinidad con la feminidad, la elegancia con la ropa deportiva y la sastrería fina con sus homólogos utilitarios, KENZO presentó una colección lúdica y aventurera que se hacía eco de la atmósfera divertida y desenfadada del City Pop, género musical pop japonés surgido en los años setenta, que ha servido de gran inspiración para crear la colección, le ha dado nombre, y que fue banda sonora del desfile, reiterando los valores de la energía y la juventud.
En un mundo en constante evolución, KENZO se mantiene a la vanguardia de la moda intercultural, fusionando la herencia con la innovación y trascendiendo fronteras. El desfile en Shanghái fue para Nigo, un recordatorio de que “la moda es es una expresión artística que conecta a las personas y culturas de todo el mundo”.
