La Semana de la Alta Costura de París llegó a su cierre con un broche de oro excepcional gracias al esperado regreso de Maison Margiela Artisanal a las pasarelas. Presidida por el visionario John Galliano, la enseña ha transportado a la audiencia hasta el ambiente bohemio de una noche parisina, bajo el puente Alexandre III y al arrullo del río Sena.
Partiendo de retratos de Brassai de 1920 y 1930, Galliano regresó a la Belle Époque, para poner en alza una silueta de reloj de arena que ejerce de leitmotiv en toda la propuesta. Sobre la pasarela se mostraron 64 looks donde las cinturas fueron exageradamente marcadas a través de corsés y caderas acolchadas destacando estilismos como aquel custodiado por el modelo Leon Dame, compuesto por un bustier y un pantalón de sastre hilvanado, o por la actriz Gwendoline Christie enfundada en un vestido de látex.
A través de sensuales gasas, tules y encajes, que dejan tan solo ciertas licencias cromáticas a los nude, los marrones, el gris del punto o el azul, la firma mostró una línea acompañada de un maquillaje efecto piel de porcelana, peinados extravagantes y zapatos que reimaginan el diseño Tabi a través de tacones vertiginosos con pulsera.
