El aniversario de un clásico como Alba Granados no es solo una fecha en el calendario, sino un testimonio de resistencia y evolución en el competitivo mundo de la gastronomía barcelonesa. Pocos restaurantes pueden presumir de haber mantenido su esencia intacta durante dos décadas sin dejar de renovarse.
En una ciudad donde las tendencias gastronómicas cambian al ritmo de las redes sociales y donde la novedad muchas veces se impone a la tradición, Alba Granados ha sabido encontrar el equilibrio perfecto entre su identidad y la innovación. Veinte años después, sigue siendo un referente indiscutible, un punto de encuentro donde la calidad del producto, el respeto por la cocina de raíces catalanas y un servicio impecable conforman una fórmula que nunca pasa de moda.
Desde sus inicios, Alba Granados ha sido un espacio gastronómico donde generaciones de barceloneses y visitantes han compartido momentos inolvidables alrededor de una mesa. Su historia se remonta al restaurante Alba París, fundado en 1996, donde ya se sentaron las bases de lo que hoy conocemos.
Con una herencia culinaria transmitida a lo largo de tres generaciones, el restaurante ha conseguido preservar sus platos más icónicos mientras introduce nuevas propuestas que sorprenden y seducen a una clientela cada vez más exigente. Al frente del proyecto se encuentra Mario Claver, quien ha sabido mantener el legado familiar con una visión moderna y una apuesta firme por la excelencia.
El secreto del éxito de Alba Granados radica en su capacidad de ofrecer una experiencia que va más allá de la comida. La atmósfera del restaurante, con su decoración elegante de inspiración neoyorquina, su iluminación cálida y su cuidada disposición de mesas, crea un ambiente acogedor que invita a relajarse y disfrutar. La versatilidad del espacio es otra de sus grandes fortalezas: desde la terraza exterior, ideal para los días soleados, hasta la zona de barra donde se pueden degustar tapas y platillos en un ambiente más informal.
El comedor principal es un reflejo del equilibrio entre sofisticación y comodidad, perfecto tanto para cenas románticas como para reuniones de trabajo. Y en la planta superior, «El Bala» ofrece un espacio exclusivo para eventos privados, con capacidad para 60 personas sentadas o 80 en formato cóctel, además de un reservado clandestino para quienes buscan mayor intimidad.
Pero, sin duda, el corazón de Alba Granados es su cocina. Bajo la dirección del chef Dobrica Ene desde 2020, ha logrado equilibrar la tradición con un enfoque contemporáneo, aportando toques innovadores que elevan cada plato sin desvirtuar su autenticidad. El menú del 20 aniversario es una prueba de ello: una selección de platos diseñados para celebrar la historia del restaurante y, al mismo tiempo, sorprender a quienes buscan nuevas experiencias gastronómicas.
La experiencia de este menú especial comienza con una Ostra a la brasa, un bocado que captura la esencia del mar con un delicado equilibrio de mantequilla, tostas, ponzu y una salsa picante ahumada que realza su sabor. Entre los primeros destacan propuestas tan sugerentes como los Dados de atún marinados en soja con aceite de jengibre, wakame, sésamo y pimienta rosa, una combinación refrescante que potencia la untuosidad del pescado; la Croqueta de gamba y erizo con mayonesa de chipotle, un bocado cremoso y lleno de matices marinos; la Tosta de steak tartar de chuleta de vaca rubia gallega ahumada, acompañada de una gilda vasca que aporta un contrapunto de sabor intenso; y el Corazón de alcachofa relleno de confit de pato, con salsa de múrgulas, trufa y sal de jamón, un plato que une la riqueza de la carne con la sutileza vegetal.
Para los platos principales del menú, los amantes del mar pueden disfrutar de un Pulpo a la brasa, servido sobre una parmentier de patata con papada ibérica y salsa teriyaki, que logra una textura melosa y un sabor profundo. Y para los amantes de la carne, el protagonista es un Mini solomillo a la brasa con mantequilla café de París.
El broche final del menú lo ponen dos postres que reflejan la filosofía de Alba Granados: el Coulant de chocolate con helado de fruta de la pasión, un clásico irresistible, y el Flan de queso y caramelo con helado de dulce de leche y nata montada, una propuesta reconfortante que cierra la experiencia con dulzura y equilibrio.
Alba Granados sigue siendo un imprescindible de la escena gastronómica barcelonesa, y todo apunta a que lo seguirá siendo por muchos años más.
Para completar la celebración, el menú incluye un maridaje cuidadosamente seleccionado con tres copas de vino: dos blancos – un Chardonnay elegante y un Buffalo Albariño fresco – y un Rioja Crianza que realza los sabores de los platos principales.
Además del menú especial 20 aniversario, es de destacar el apartado de carnes de la carta, que siempre ha sido uno de los grandes pilares del restaurante. Alba Granados se ha consolidado como un destino imprescindible para quienes buscan cortes excepcionales, con una selección que incluye Wagyu Miyazaki, Angus de Nebraska, Vaca Vieja Frisona de 21 días de maduración, Vaca Rubia Gallega y el imponente Tomahawk de Angus nacional, un espectáculo visual y gastronómico que no deja indiferente a nadie.
